Presión de servicios y energéticos
Viernes 24 de mayo de 2024, p. 20
La junta de gobierno del Banco de México (BdeM) advirtió que el proceso desinflacionario que enfrenta el país se vislumbra complejo y no está exento de dificultades, además de que presenta un balance de riesgos deteriorado, producto de presiones internas por factores como un menor crecimiento económico, mayor gasto público, alzas significativas al salario mínimo y un mercado laboral apretado.
Al revelar las minutas de la pasada reunión de política monetaria en la que decidió mantener en 11 por ciento la tasa de interés de referencia después de que la había bajado en un cuarto de punto, el instituto central hizo énfasis en que esta situación no es exclusiva de México, pues la mayoría de los países emergentes resienten inflación elevada persistente.
A escala mundial, señalaron los miembros de la junta de gobierno, la presión sobre la inflación general es producto de alzas en los energéticos y los servicios.
La junta de gobierno del instituto central se dividió, pues tres de los cinco miembros (las minutas no identifican a quienes hacen los comentarios) consideraron la posibilidad de evaluar a partir de junio un nuevo recorte a la tasa de referencia y otro incluso consideró prematura
la decisión de bajarla en la reunión previa.
Prevén sesión reñida para reducir tasa en junio
Esto no pasó inadvertido entre los analistas. El área de estudios económicos de Citibanamex señaló que la minuta del Banco de México muestra una junta dividida, lo que nos lleva a anticipar un recorte de tasas en junio con votación reñida
.
Los analistas de la institución financiera enfatizaron que la comunicación del banco central muestra un tono relativamente restrictivo, donde los miembros reforzaron sus preocupaciones con respecto a la persistencia de la inflación de los servicios, y continúan resaltando que el balance de riesgos para la inflación sigue sesgado al alza.
Sin embargo, destacaron, la mayoría reconoció que el proceso desinflacionario ha continuado y señaló su intención de evaluar el entorno para discutir recortes a la tasa de interés de referencia en las próximas reuniones. Seguimos estimando un recorte de un cuarto de punto porcentual en junio, y para el cierre de 2024 anticipamos la tasa de interés en un nivel aún muy restrictivo de 9.25 por ciento
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En la minutas del BdeM, un miembro de la junta de gobierno resaltó que pese a que la inflación general se mantiene lejos del máximo de 8.7 por ciento alcanzado en agosto de 2022, desde octubre pasado se interrumpió la trayectoria a la baja, lo que significa que el proceso desinflacionario de México país ha perdido fuerza.
Además, la mayoría de los miembros destacaron que la inflación de los servicios se ha mantenido alta sin mostrar un punto de inflexión a la baja. Mientras algunos externaron preocupación ante este fenómeno, uno notó que si bien los datos apuntan hacia una moderación, su trayectoria ha estado por encima de lo previsto y ha permanecido por encima de 5 por ciento a pesar de la constricción monetaria.
Política fiscal, otro reto
Ante este contexto, uno de los integrantes señaló que persisten retos y riesgos que ameritan continuar con un manejo prudente de la política monetaria, al tiempo que resaltó la expectativa de que los efectos de los choques incidan sobre la inflación por más tiempo de lo anteriormente previsto.
Otro resaltaron que, aunque complicado, el entorno económico es menos complejo que en 2022 y principios de 2023; por tanto, ahora es posible evaluar reunión tras reunión la posibilidad de recortar la tasa de referencia (la que determina el costo al que se financian empresas y familias) dependiendo del entorno; sin embargo, futuras reducciones deben ser graduales ante la persistencia de la inflación en los servicios.
Uno más destacó retos que se enfrentarán en 2025 para la sincronización de las políticas fiscal y monetaria, puesto que la expectativa de descenso de la inflación está sujeta al cumplimiento de la reducción de los requerimientos financieros del sector público en 2.9 puntos del PIB en un solo año, y de no cumplirse, ello generaría que las presiones en la demanda agregada y en los mercados de deuda pudieran ser mayores a las previstas.
Asimismo, señaló que la disminución de la tasa en la decisión de marzo fue prematura y ha implicado un costo social, al tener que extender por más tiempo la restricción monetaria.