Proteccionismo en Estados Unidos
uando un país cierra sus fronteras a la competencia significa que algo está mal en su economía. Regularmente se trata de una baja en la productividad frente a otras naciones y eso es precisamente lo que pasa en Estados Unidos. Después de ser el líder absoluto en tecnología y productividad, se vuelve menos eficiente frente a China.
Bienes de consumo como automóviles, computadoras, teléfonos celulares, refrigeradores y bienes de capital, como herramientas y maquinaria, se producen con mayor eficiencia y a menor costo en Asia frente a Europa y América del Norte. Ante esta situación, Washington eleva los impuestos a la importación y frena la participación de empresas asiáticas en su mercado, como es el caso de TikTok.
Washington acaba de imponer un arancel de 100 por ciento a los autos eléctricos y otros productos. Es decir, de cada mil dólares del precio de un auto chino, al comercializarse en América del Norte, se pagan mil dólares más que por productos locales.
En teoría, quienes ganan con esta estrategia son las empresas norteamericanas, incluidas las de Canadá y las de México, que forman parte de la misma región económica. Sin embargo, quienes padecen las consecuencias negativas son los consumidores, a quienes les cuesta más comprar bienes extranjeros. Debido al freno a la competencia, las empresas locales mantienen precios altos y no mejoran su productividad.
Además, los altos impuestos a la importación estimulan la inflación. Frenar el aumento de precios es una política prioritaria de la Reserva Federal a fin de mantener el poder adquisitivo de la población, pero las medidas proteccionistas no ayudan a controlar el alza de precios.
Parece que el declive de Estados Unidos frente a China, cuando menos a nivel industrial, ya comenzó. Este último país es cada vez más competitivo y en unas décadas se convertirá en el líder absoluto en materia económica, lo que se reflejará en una mejora en el nivel de vida de su población.
El proteccionismo, en lugar de frenar el declive de Estados Unidos y de beneficiar a consumidores y a empresas norteamericanas, los perjudica. Si se trata de que la gente cada vez viva mejor, es prioritario abrir los mercados a la competencia.