La ideología de las clases medias
e acuerdo con diversos comentarios del Presidente de la República, la Ciudad de México se vuelve conservadora debido a que concentra a grandes sectores de la clase media, población que ha superado la pobreza y que, por ese hecho, cambia de ideología.
Tal parece que el elemento determinante en las elecciones, según estos comentarios, es el nivel de pobreza de la población: Entre menos dinero tiene la gente, vota más por la izquierda. El primer mandatario cita el caso de Iztapalapa, mayoritariamente de personas pobres y que de manera histórica ha sufragado por Morena. Cuando mejoran su nivel de vida, una parte prefiere las propuestas de la derecha.
Como tendencia de largo plazo, la población sale de la pobreza por el propio desarrollo y por las acciones del gobierno para superar este lastre. Las políticas para mejorar el nivel de vida de la población mediante el empleo, becas, educación y subsidios, aunque sean generalizados, tienen un impacto mucho mayor en los sectores de menores ingresos que en los de altos recursos.
No es lo mismo que un pobre reciba 3 mil pesos mensuales de apoyo, a que un rico reciba el mismo subsidio. Para el pobre esos recursos pueden hacer la diferencia entre comer o no hacerlo; en cambio, para el rico ese dinero no cambia su estilo de vida ni su consumo.
Uno de los objetivos fundamentales de cualquier gobierno, de derecha o de izquierda, es mejorar el nivel de vida de la ciudadanía. Si lo logra, significa que hace bien su trabajo, y esto sucede con muchos de los programas públicos actuales. A la larga, los pobres tienden a mejorar sus ingresos y, además, tienen la aspiración a superar sus limitaciones económicas. Incluso, muchos pobres, según los parámetros del INEGI, se consideran pertenecientes a la clase media.
Pero si al mejorar su nivel de vida el pueblo cambia de ideología o de posición política, lo que sucede es que a nivel del gobierno no se atienden adecuadamente las necesidades de las clases medias. Por ello, la estrategia gubernamental debe incluir cómo satisfacer las necesidades de estos sectores que cada vez son más numerosos y, por ende, mayoritarios. Este será uno de los retos para la próxima Presidenta de la República.