Caprichos de las máquinas. Adrián Fernández tuvo que abandonar el Gran Premio Histórico de Mónaco, carrera donde autos de Fórmula 1 del pasado regresan a la pista en una competencia que apela a la nostalgia y al homenaje. Este era el escenario indiscutible para conmemorar a su admirado Pedro Rodríguez, el inolvidable piloto tricolor precursor del automovilismo en México, y lo haría a bordo del auto con el que compitió en 1970, un año antes de su fatal accidente.

El retiro se debió a fallas mecánicas en el BRM que perteneció a Rodríguez. Fernández regis-tró tiempo de 1:38.221 en la sesión de clasificación. Si bien en las prácticas del viernes no hubo contratiempos, este sábado el auto empezó a tener problemas en la caja de cambios que obligaron al equipo a tomar la decisión del retiro de competencia. El corredor que consiguió la pole fue Michel Lyons en un Surtees TS9 con registro de 1:34.006.

Fernández lucía triste porque había esperado con mucha ilusión esta fecha para rendir homenaje a su admirado Rodríguez. Era tanta su devoción por quien fue pionero de la F1 en México que insistió durante mucho tiempo por adquirir este vehículo que compitió en ocho carreras en 1970. Un modelo que fue igual al que utilizó Pedro cuando ganó el Gran Premio de Bélgica.

Una leyenda como Rodríguez merecía un tributo en un trazado legendario. Las calles serpenteantes de la hermosa ciudad de Mónaco, un circuito urbano que tiene profunda historia en la Fórmula 1, resultaban idóneas.

En un breve video, Fernández relató cómo llegó a hacerse de este monoplaza legendario. A su antiguo dueño, el español Jaime Bergel, le insistió durante algún tiempo para que se lo vendiera. Le dijo que si un día pensaba desprenderse del coche, le hiciera la oferta al mexicano. Era una petición justa. No se lo vayas a vender a nadie; me vio con tanta pasión, que terminó por vendérmelo, relató.

Al vehículo se le hicieron unas ligeras adaptaciones, como por ejemplo que el volante pudiera ajustarse en dirección al piloto, lo mismo con los pedales, pero el auto se mantuvo fiel a su modelo original. Quiero un coche que esté perfecto para competir en Mónaco, relató Fernández antes de la cita.

Es una oportunidad única y estoy emocionado por conducir el mítico auto de Rodríguez, al cual tuve la oportunidad de subirme hace unas semanas en Londres en la fábrica de BRM, contó Fernández antes de la carrera; me he estado preparando meses para este momento y buscaré rendirle el máximo respeto con mi actuación, para que todos disfruten de un modelo histórico en la pista más emblemática del automovilismo, como es la de Mónaco.

Sin embargo, durante la sesión de calificación en el trazado callejero de Mónaco, el auto presentó problemas. Fernández formó parte de los competidores de la serie D para autos de Fórmula 1 del periodo de 1966 a 1972. Este domingo se realizará la carrera a lo largo de 12 vueltas o 35 minutos.