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Putin celebra triunfo en la Segunda Guerra Mundial y ofrece evitar otra igual

Reducen en el desfile la exhibición del arsenal poderoso

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▲ Un sistema de misiles balísticos intercontinentales RS-24 Yars avanza por la Plaza Roja durante el desfile militar del Día de la Victoria en el centro de Moscú.Foto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 10 de mayo de 2024, p. 23

Moscú. Fiesta sagrada por el sacrificio para derrotar a los agresores hitlerianos, los rusos celebraron ayer el 79 aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria, como se denominan la Segunda Guerra Mundial.

Siguiendo la tradición, se llevó a cabo un desfile militar en la Plaza Roja de la capital rusa, con cerca de 9 mil soldados y oficiales, pero esta vez –la tercera desde que comenzó la operación militar especial en Ucrania– la exhibición de armamento resultó más breve que en ocasiones anteriores, no participaron tanques (salvo uno, un simbólico T-34, de mediados del siglo pasado) ni las armas más novedosas del ejército ruso, entre otras los misiles hipersónicos que las autoridades califican de invencibles, aparte de tan sólo tres vehículos especiales para infantería Bumerang.

Cerraron la muestra de armas los misiles balísticos intercontinentales Yars, que forman parte del arsenal estratégico de Rusia, que el presidente Vladimir Putin, en su breve discurso antes del desfile, declaró que siempre están en estado de alerta, listos para responder cualquier eventual agresión.

Resalta la amistad con Cuba

Putin, quien estuvo acompañado en la tribuna por nueve jefes de Estado –seis de países ex soviéticos (Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán), así como Cuba, Guinea Bi-ssau y Laos; cinco de ellos, asistieron también a la cumbre dedicada al décimo aniversario de la Unión Económica Euroasiática, en calidad de miembros y observadores– criticó el revanchismo de Occidente, los intentos de distorsionar la verdad de la (Segunda) guerra (mundial) o de justificar a los actuales continuadores del nazismo.

El titular del Kremlin señaló que hoy la civilización de nuevo se encuentra en un momento decisivo: contra nuestro país se desató una auténtica guerra y ofreció que Rusia hará todo lo posible por evitar una nueva conflagración mundial, pero no permitirá ninguna amenaza a su seguridad.

El anfitrión y sus huéspedes colocaron una ofrenda floral ante la Tumba del Soldado Desconocido, junto a las murallas del Kremlin. El mandatario ruso también se reunió por separado con sus invitados.

En su encuentro con Miguel Díaz-Canel, el presidente cubano, Putin señaló que nuestras relaciones con Cuba siempre se han basado en un sentimiento de amistad y respeto recíproco.

Por este motivo, nos causan invariable rechazo y apoyo al pueblo cubano los intentos que desde hace años sigue emprendiendo Estados Unidos para frenar el desarrollo de la isla, para causarle daño económico mediante sanciones ilegales y restricciones de todo tipo, pero el pueblo cubano lucha contra esto durante décadas y sale adelante, destacó Putin, de acuerdo con su servicio de prensa.

El Día de la Victoria es en Rusia, sobre todo, una fecha para recordar la hazaña de los antepasados y rendir tributo a los que ofrendaron su vida para vencer a los invasores nazis. El precio resultó altísimo: prácticamente en cada familia murió al menos un ser querido, en total 27 millones de vidas segadas (tanto de rusos como de otras nacionalidades de las repúblicas que formaban parte de la Unión Soviética), de acuerdo con las estadísticas.

El fin de la generación de los veteranos anti-Hitler

Hasta hace unos años, cuando estaban vivos muchos de quienes contribuyeron a izar la bandera roja sobre la cúpula del Reichstag en Berlín, era una verdadera fiesta popular en las calles y plazas de Moscú y otras ciudades, donde los llamados veteranos se reunían para rencontrarse con sus compañeros de armas y recibir flores y otras muestras de afecto de sus conciudadanos más jóvenes.

Por comprensibles razones –suponiendo que un soldado, al cumplir los 18, se incorporó al ejército la víspera del Día de la Victoria en 1945, tendría hoy 97 años de edad–, quedan muy pocas personas que combatieron a los nazis en los campos de batalla.