El artista acusa de la acción al gobierno de la alcaldesa Montserrat Caballero
Martes 7 de mayo de 2024, p. 3
Mexicali, BC., Tijuana, mural de Enrique Chiu, fue destruido por el gobierno de la alcaldesa morenista Monserrat Caballero, denunció el pintor.
El artista calificó esa decisión gubernamental de brutal incultura
. Precisó que la donó a la ciudad, no a alguna administración.
Chiu también es autor del Mural de la hermandad, que se encuentra en la zona fronteriza entre México y Estados Unidos, y ha expuesto en España, Alemania y Guatemala.
El artista contó que la tarde del domingo, el hermano de la funcionaria, Daniel Caballero, quien es parte de su equipo de trabajo, le notificó que el mural se dañó debido a supuestas filtraciones de agua.
Me ofrecí a repararla, pero me argumentaron que ya habían encimado otra obra, lo cual considero una total falta de respeto a la ciudad y a mí, como autor.
Según el pintor, cuando acudió al sitio donde estaba el mural, se percató de que lo habían tapado con varias capas de pintura blanca, y no encontró otra obra de arte, como le había comentado Daniel Caballero.
La pieza, que se encontraba en el segundo piso del palacio municipal, a un costado de la oficina de la presidencia, conceptualizaba la esencia de esa metrópoli.
Chiu la creó con recursos propios con el fin de aportar un testimonio de la Tijuana artística y cultural.
No es la primera vez que se borra un mural en esa ciudad fronteriza. Durante el gobierno municipal de Jorge Ramos se destruyeron Frontera norte, de Carlos Coronado Ortega, y Tijuana, paso obligado, de Malaquías Montoya, los cuales estaban en el parque de la unidad deportiva CREA.
La medida fue calificada de vandalismo gubernamental
por Coronado Ortega, quien expone en espacios públicos y privados de Baja California; la obra afectada representaba la riqueza y contraste de la frontera desde la perspectiva compartida con un artista de Nuevo México, Estados Unidos. La obra de Coronado Ortega, un acrílico sobre henequén, fue embodegado en un sótano del ayuntamiento.
En abril de 2010, Carlos Coronado cuestionó con sorna: ¿para qué pintamos murales? Mejor hay que dejar que los funcionarios hagan sus propuestas
, y advirtió que es sorprendente que nadie diga nada. No valió la pena ni el esfuerzo de plasmarlo o escoger un sitio, que ahora ocuparán para poner el anuncio de alguna marca
.
Luego, con la reconstrucción del muro fronterizo en febrero de 2024, se destruyó una pieza de los artistas Chris Cuauhtli y Javier Salazar, en la que denunciaba la restricción migratoria que padecen los indocumentados en esa zona entre México y Estados Unidos.