Nairobi. Al menos 228 personas murieron en Kenia por las torrenciales lluvias e inundaciones que azotan el país desde marzo y no muestran signos de que vayan a amainar, informaron las autoridades.

Esta nación y otras del este de África llevan varias semanas con lluvias estacionales que son más intensas de lo habitual por los efectos del El Niño.

Las precipitaciones ocasionaron inundaciones y deslizamientos de tierra, destruyeron cosechas y casas, además de desplazar a cientos de miles de personas.

Según el gobierno, hasta el momento hay 228 muertos 72 desaparecidos, mientras más de 212 mil personas se han tenido que desplazar de manera voluntaria o por la fuerza, informó el portavoz Isaac Mwaura.

Por su parte, el ministro del Interior de Kenia ordenó a todas las personas que viven cerca de grandes ríos o de las 178 presas o embalses llenos o casi llenos, a desalojar la zona.

El país se preparaba estos días para la llegada del ciclón Hidaya, que finalmente se debilitó tras tocar tierra el sábado pasado, por lo que no hubo víctimas ni daños mayores. Sin embargo, el gobierno advirtió que aún hay lluvias torrenciales con riesgo de nuevos deslizamientos e inundaciones.

En el oeste, el río Nyando se desbordó la madrugada del domingo arrasando una comisaría de policía, una escuela, un hospital y un mercado en la ciudad de Ahero, en el condado de Kisumu, informaron las autoridades.

No hubo reportes inmediatos de víctimas, pero la policía indicó que el nivel del agua continuaba subiendo y que el puente principal a las afueras de Kisumu, sobre la autopista a Nairobi, estaba sumergido.

La situación es grave y no debemos tomarla a la ligera, advirtió Mwaura, en una reunión sobre la crisis. El portavoz del gobierno también advirtió de los riesgos de enfermedades transmitidas por el agua, con un caso de cólera y otros de diarrea.