Sábado 4 de mayo de 2024, p. 18
La calificadora Kroll Bond Rating Agency (KBRA) mantuvo la calificación de la deuda a largo plazo en moneda extranjera de México en BBB con perspectiva estable, nota que se basa en las expectativas de un retorno a la restricción fiscal después de las elecciones, así como las oportunidades que representa la relocalización de empresas.
La agencia también resaltó que las finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex), junto con las altas tasas de interés y la inflación persistente, siguen siendo desafíos.
KBRA comentó que la economía mexicana está bien administrada, con un fuerte ancla fiscal que incluye restricción del gasto incluso durante la pandemia de covid-19, un tipo de cambio flexible y un banco central independiente.
Anotó que si bien el gasto de capital en proyectos y otros gastos prelectorales se ha acelerado, esto a su vez ha provocado una pausa en la corrección fiscal pospandémica, pues la deuda pública y federal bruta representan sólo 47 y 40 por ciento del producto interno bruto (PIB), respectivamente.
Al respecto, la Secretaría de Hacienda comentó que la ratificación de la calificación para la deuda soberana refleja el compromiso del gobierno de México con el buen manejo de las finanzas públicas, para continuar con un acceso favorable a los mercados financieros nacionales e internacionales.
Prometedora relocalización
La agencia destacó que la perspectiva por la relocalización es prometedora para México, pues las reglas de origen en el T-MEC deberían permitir que el país se beneficie de nuevas inversiones relacionadas con las políticas de semiconductores del gobierno estadunidense, mientras la preocupación pospandemia sobre las cadenas de suministro también ha hecho más atractivo el fortalecimiento de los vínculos con México.
No obstante, la calificadora consideró que la débil situación financiera de Pemex es una consideración importante para la calificación crediticia, así como la dependencia del gobierno de la empresa para los ingresos gubernamentales
.
Comentó que históricamente, las finanzas gubernamentales han tenido una enorme dependencia de Pemex y de los ingresos petroleros, principalmente a través de las regalías por el derecho de utilidad compartida. Explicó que antes del covid, las ventas petroleras representaban entre 16 y 20 por ciento de los ingresos anuales, pero tras la pandemia el nivel ha fluctuado entre 11 y 22 por ciento, dada la volatilidad del precio del petróleo.
Los impuestos excesivos son una de las muchas razones detrás de las dificultades financieras de Pemex
, destacó.