Viernes 3 de mayo de 2024, p. a10
El taekwondo mexicano atraviesa por uno de los momentos más críticos en la historia. Lo dice Óscar Salazar, quien fue medallista olímpico como deportista (Atenas 2004) y también como entrenador (Tokio 2020). Es un tema que se ha acentuado a partir de la poca presencia de representantes que tendrá la delegación nacional en los próximos Juegos Olímpicos. México por segunda ocasión consecutiva irá sólo con dos miembros, cuando anteriormente se acostumbraba que clasificaran cuatro participantes.
Es un deporte al que se apoya muchísimo en el país y no han tenido realmente carencias de ninguna índole como para poder justificar su declive
, comentó Salazar en entrevista con La Jornada.
Después de Tokio 2020, donde por primera vez en seis ediciones no se ganó nada, la crisis salió a flote. Aunque para el capitalino, el ocaso inició tiempo atrás, desde que se dejó de producir atletas al mismo nivel de María del Rosario Espinoza, la mejor taekwondoín en la historia del país, con metales en Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016.
Si analizamos, las pasadas tres participaciones de María, rescató al taekwondo. Desde ella nadie ha tomado ese peso ni se ha vuelto a retomar la hegemonía que México llegó a tener en la disciplina.
Con Daniela Souza (-49 kgs) y Carlos Sansores (+80 kgs) como los únicos seleccionados mexicanos con plaza olímpica, y sin una generación que prometa para los siguiente años, el taekwondo, en palabras de Óscar, vino a reafirmar el pantano en el que se encuentra sumergido desde hace varios años.
Están estancados, y no sólo en agua, en lodo. Es un gran bache y después de Juegos Olímpicos creo que no vamos a tener atletas de calidad. Hay talento pero no con la experiencia suficiente para regresar a los resultados que se tenían en el pasado
, expresó el capitalino, quien con su experiencia llevó a los egipcios Hedaya Malak y Seif Eissa a ganar dos bronces en Tokio 2020, tan sólo dos años después de haber renunciado a la Federación Mexicana de Taekwondo (FMTKD).
“Hay una baja en el rendimiento en general y en gran medida por las restricciones que la misma federación le ha puesto a los atletas, como no permitirles viajar a otros eventos que ni siquiera tienen que cubrir económicamente. De esta manera, están evitando que la competencia interna se fortalezca y que el margen de crecimiento sea poco.
Mientras que aquí unos se preparan para ganarle a un seleccionado, en otros países se pulen en eventos de mayor complejidad. El problema es que hay muchos torneos nacionales y escaso roce internacional
, agregó.
Entre tratos de superestrellas, poco roce internacional en cadetes (categorías juveniles) y la manera en cómo han dirigido a la selección, el nivel se encuentra muy por debajo
, manifestó Salazar, quien hace 20 años se colgó la plata olímpica en suelo ateniense, y coincidió con el bronce que también se adjudicó su hermana Iridia.
Desde arriba están mal, empezando por el presidente (Raymundo González). Tratarlos como estrellitas, protegerlos o chiquearlos, no ayuda. Estamos así porque desde la cúspide no han sabido actuar. Y en la dirección técnica, no hay realmente un líder que motive, que guíe, que oriente a los deportistas.
En el caso de Brandon Plaza y Leslie Soltero, los dos contendientes que se quedaron sin boleto olímpico, las cualidades de ambos, asegura, no fueron explotadas por la persona que los dirige.
A pesar de todo, considera que Sansores y Souza son los mejores representantes
que puede tener México en Juegos Olímpicos, eso sí, ve complicado ganar preseas debido a la mala dirección y la forma de orientarlos. En caso de un buen resultado, será por la calidad individual y la entrega de los atletas
.