Phoenix. En una decisión que la Secretaría de Relaciones Exteriores de México lamentó, los fiscales del condado de Santa Cruz informaron ayer que no abrirán un nuevo proceso contra el ranchero de Arizona cuyo juicio por el homicidio de un mexicano en su propiedad terminó la semana pasada sin veredicto.

Los miembros del jurado del caso contra George Alan Kelly fueron incapaces de llegar a una decisión unánime tras más de dos días de deliberaciones. El juez Thomas Fink, de la Corte Superior del condado de Santa Cruz, declaró juicio nulo el día 22.

Después de esa decisión, la fiscalía local tenía la opción de llevar nuevamente a juicio a Kelly o desestimar el caso.

Debido a las circunstancias, la fiscalía del condado decidió no buscar un nuevo juicio, indicó la fiscal adjunta, Kimberly Hunley, ayer.

Fink accedió a desestimar el caso. Señaló que se programará una audiencia en una fecha posterior para determinar si será sobreseído, lo que significaría que no podría haber un nuevo proceso contra Kelly.

A la pregunta de un reportero de la cadena de televisión KGUN de Tucson de cómo se sentía, Kelly respondió que aliviado.

La pesadilla terminó, añadió, tras enviar a la familia de la víctima mi más sincero pésame.

Kelly fue seguido afuera de la sala por manifestantes que protestaban a nombre de Gabriel Cuen Buitimea, el migrante mexicano de 48 años que murió baleado el 30 de enero de 2023.

Gabriel era un ser humano, se podía leer en una pancarta.

Alguien que camina a 90 metros de distancia no es una amenaza, se leía en otra, en la que se exigía un nuevo juicio.

Kelly, de 75 años, estuvo en juicio durante casi un mes en Nogales, ciudad fronteriza con México. El ranchero estaba acusado de homicidio no premeditado por la muerte de Cuen Buitimea a las afueras de Nogales, Arizona.

El migrante vivía en Nogales, México, y formaba parte de un grupo de hombres que Kelly encontró aquel día en su rancho ganadero.

La fiscalía había dicho que Kelly disparó de forma imprudente su fusil AK-47 hacia un grupo de hombres que estaban a unos 90 metros dentro de su rancho, entre los que se encontraba Cuen Buitimea. El ranchero manifestó que hizo disparos de advertencia al aire, pero que no apuntó a nadie en particular.