Sábado 27 de abril de 2024, p. a11
Como en otros partidos de alta tensión, el América mostró su jerarquía y salió del estadio Cuauhtémoc con el liderato de la Liga Mx al remontar 2-1 al Puebla en la última fecha de la fase regular. De todas las imágenes que circularon ayer a lo largo de la noche, la más controvertida apuntó al silbante Guillermo Pacheco, quien dio por válido el primer gol del defensor Salvador Reyes, en una jugada precedida por una mano del neerlandés Javairo Dilrosun.
Reyes, cuyo desempeño fue de los puntos más altos en el plantel americanista, cruzó de zurda al portero Jesús Rodríguez tras un rebote en el que Dilrosun se trompicó sobre el área grande y, una vez en el césped, desvió la pelota hacia él con el puño de su mano derecha (21). Los jugadores poblanos reclamaron airadamente al árbitro Pacheco, pero nada lo hizo cambiar su decisión, ni siquiera la herramienta del VAR.
Minutos antes de aquella acción que significó el empate, el lateral brasileño Gustavo Ferrareis había ofrecido una clase maestra de cómo jugar de espaldas a la portería y, con una media vuelta, puso adelante a La Franja en uno de sus primeros contragolpes (9). Condenado al último lugar de la tabla con la menor cantidad de puntos en su historia (nueve), el cuadro dirigido por Andrés Carevic hizo todo lo que estuvo a su alcance para tener un cierre decoroso.
Por momentos, el América no sólo perdió el control de la pelota, sino que además se notó inseguro a la hora de defender. El técni-co André Jardine utilizó a la mayoría de sus titulares, a excepción del portero Luis Malagón, Jonathan dos Santos, Diego Valdés y el capitán Henry Martín, quienes fueron reservados para la semifinal de vuelta en la Liga de Campeones de Concacaf contra el Pachuca (1-1 global). Pero dadas las circunstancias, y ante el constante asedio de su rival, las Águilas echaron mano de Valdés y Henry para no poner en riesgo el liderato.
Ya sin nada que perder en el torneo, el Puebla infló el pecho y cambió cualquier planteamiento táctico por una dosis de coraje y amor propio. En medio de esa transformación, el segundo gol de Reyes pesó como un elefante sobre sus espaldas (45+3). Nadie vio salir al mediocampista americanista por el costado izquierdo ni tampoco hubo fuerza posible para detener su zurdazo. Hasta entonces, los poblanos supieron resistir con entereza.
A la espera del resultado del duelo Toluca-Cruz Azul, en el que una victoria de los Diablos podría quitarles el trono, los de Coapa llegaron a 35 puntos en lo al-to de la Liga Mx y podrán enfocarse de lleno en la Concachampions, al tener una semana de descanso por el play-in.