Retrato de la señorita Lieser rompió un récord para Austria, a pesar de las zonas grises de su procedencia
la pintura nunca estuvo escondida (durante 100 años), simplemente no fue exhibida.Foto Afp
Jueves 25 de abril de 2024, p. 4
Viena. El Retrato de la señorita Lieser, de Gustav Klimt, un cuadro perdido que reapareció recientemente, se vendió ayer en Viena por 30 millones de euros (casi 550 millones de pesos), un récord para Austria a pesar de las zonas grises que rodean su procedencia.
Estimado entre 30 y 50 millones de euros, se vendió en el extremo inferior de la horquilla de estimaciones realizadas por la casa de subastas im Kinsky, lejos de los 90 millones de euros logrados en junio de 2023 en Londres por otro cuadro del artista.
El acontecimiento es histórico, ya que nunca se había ofrecido una obra comparable
en el país natal de Klimt, según Claudia Mörth Gasser, jefa de la sección de arte moderno.
Nadie esperaba que un cuadro de esta importancia, desaparecido durante 100 años, resurgiera
, dijo, mientras el anterior récord austriaco era de 7 millones de euros por una pintura flamenca vendida en 2010.
Sin firma, bien conservado e inconcluso
Este retrato resucitado y sin firma está causando sensación. Sobre todo porque está muy bien conservado y nunca salió de Austria. Estuvo durante décadas en secreto en propiedad privada austriaca. Los actuales propietarios lo heredaron de unos familiares hace unos dos años. La pintura nunca estuvo escondida, simplemente no fue exhibida
, explicó la casa de subastas.
Desde su presentación en enero la gente acudió en masa para admirarlo antes de la venta en Suiza, Alemania, Reino Unido y Hong Kong.
El cuadro, que se comenzó en 1917 y quedó inconcluso, representa a una joven morena de rasgos precisos, vestida con una gran capa decorada con flores sobre un fondo rojo vivo.
Quizás el anterior propietario no sabía (quién es) el autor de la pintura, ya que no está firmada
, especularon desde im Kinshy. La imagen pertenece al último periodo creativo de Klimt.
La familia Lieser, que encargó el retrato, pertenecía a la rica clase media alta vienesa. La familia industrial fue posteriormente perseguida durante la era nazi debido a su ascendencia judía. Según la casa de subastas de Viena, tras una intensa investigación no hay pruebas de que el cuadro fuera confiscado en su momento.
Por el contrario, no se ha encontrado ninguna prueba de que el cuadro no haya sido robado entre 1938 y 1945
, se detalló en un video sobre la subasta.
En total, se recibieron tres ofertas y uno de los presentes en la sala se hizo con la obra. El cuadro de Klimt, que se creía perdido, fue presentado a los visitantes e interesados en la casa de subastas en el marco de una visita privada a mediados de abril.