Lunes 22 de abril de 2024, p. 30
A pesar de los avances en la salud sexual y reproductiva, que se convirtió en una prioridad mundial hace tres décadas, no se ha progresado en salvar a las mujeres de muertes evitables en el embarazo y el parto, afirma el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa, por sus siglas en inglés).
La violencia de género, afirma, es una lacra endémica en prácticamente todos los países y comunidades. La mortalidad materna no ha mejorado en absoluto desde 2016 y, de hecho, aumenta en una cantidad preocupante de países. Casi la mitad de las mujeres sigue sin poder tomar decisiones sobre su propio cuerpo y sin la posibilidad de disfrutar de salud y derechos sexuales y reproductivos
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Un nuevo informe publicado esta semana, denominado Vidas entrelazadas, hilos de esperanza, revela una grave desigualdad entre los distintos países, ya que más de la mitad de las muertes maternas, 62 por ciento, se producen en países que se encuentran en estado de crisis o de conflicto.
Cerca de 800 mujeres mueren en labor de parto al día; casi una de cada 10 no pueden elegir un método anticonceptivo, y al menos en 69 países del mundo carecen de la posi-bilidad de tomar decisiones fundamentales sobre su cuerpo, agrega.
El Unfpa alerta que el racismo, el sexismo y otras formas de discriminación han bloqueado avances en materia de salud sexual y reproductiva. Subraya que mujeres y niñas en condiciones de pobreza tienen más probabilidades de morir prematuramente por la insuficiente atención sanitaria si pertenecen a grupos minoritarios o están atrapadas en un entorno de conflicto.
Las afrodescendientes se enfrentan a tasas de mortalidad materna más elevadas que las mujeres blancas, lo que es especialmente evidente en Estados Unidos, donde triplica la media nacional, mientras las minorías indígenas y étnicas también enfrentan elevados riesgos relacionados con el embarazo y el parto.