o fue un hecho menor, pero tampoco de la dimensión que en principio se comenzó a difundir: Claudia Sheinbaum fue detenida momentáneamente a bordo del vehículo en que realiza una gira por Chiapas. Fue antes de llegar a Motozintla, donde personas de negro y encapuchadas frenaron el convoy de la candidata presidencial morenista para pedirle que no se olvide de los pobres de aquella zona y que limpie la región de Comalapa.

Lo sucedido confirma el alto grado de conflictividad social que se vive en Chiapas, donde Rutilio Escandón parece incapacitado para gobernar de verdad. También se confirma el grado de riesgo que tienen los aspirantes presidenciales, a pesar de los mecanismos de protección policiaca y militar. A fin de cuentas, los encapuchados manifestaron de manera respetuosa sus puntualizaciones y exigencias.

Pero bien haría Sheinbaum si a pesar (o precisamente por ello) de los actos masivos a su favor, organizados y financiados por la mafia guinda y verde de aquella región (encabezada por el candidato Eduardo Ramírez), elabora un diagnóstico certero de lo que sucede en Chiapas y define acciones que eviten más descomposición, hartazgo y estallidos.

Ricardo Salinas Pliego inició una especie de campaña política este fin de semana en Mazatlán, Sinaloa, aunque no de la manera abierta y tal vez masiva que había sugerido semanas atrás (si acaso, la asistencia a un partido de balompié del equipo profesional de su propiedad), sino en reuniones privadas con personajes como Manuel J. Clouthier, hijo del histórico panista que fue candidato presidencial en 1988; Ernesto Coppel, el hotelero que detonó la polémica y movilizaciones en defensa de la música de banda, y Ernesto Lizárraga, miembro justamente de la famosa banda El Recodo.

En sus cuentas de redes sociales, el máximo litigante por impuestos contra el gobierno federal destacó de manera clara su reunión con Clouthier junior, quien a su vez es un crítico constante de la llamada Cuarta Transformación, del presidente López Obrador, su gabinete y de la actual vocera de Claudia Sheinbaum, Tatiana Clouthier. Al republicar una fotografía donde se ven sonrientes ambos, el magnate y Clouthier, el primero comentó: “Hay muchas cosas que hacer por México… agárrense fuerte #Gobiernicolas HDP” y, el segundo: Platicando con el tío Richi y hablando mal del gobierno sin que nadie nos oiga !!!

El asesinato del presidente municipal panista de El Mante, Tamaulipas, quien buscaba la relección, forma parte del entramado de criminalidad política que virtualmente se ha institucionalizado en esa entidad. Noé Ramos fue atacado con arma blanca (recuérdese que hay casos en los que se utiliza esta vía mortífera, en lugar de las armas de fuego, para aparentar que los victimarios no pertenecen a grupos del crimen organizado). Él formó parte del grupo político jefaturado por César Verástegui Ostos, apodado El Truko, quien fue parte destacada del equipo del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca e incluso aspirante a la sucesión.

En múltiples aspectos, en aquella región hay un gran dominio de la familia Verástegui (a la que pertenece Eduardo, quien intentó ser candidato presidencial independiente). Otro nombre y poder muy mencionado en este y otros casos es Pancho Carrión. Por su parte, el gobierno de Américo Villarreal profundiza sus carencias y compromisos, de tal manera que poco se ha podido avanzar en un cambio, para mejoría, de aquel estado donde, como en otras entidades, el crimen organizado impone reglas y silencios.

Y, mientras el debate chilango registró un intenso intercambio de acusaciones entre Clara Brugada y Santiago Taboada, sin indicios inmediatos de que se modifique la delantera de intención electoral a favor de la morenista, ¡hasta mañana, con la detención de un hermano de El Mencho en el mero Autlán, Jalisco!

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