El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó ayer que mantuvo contactos con el ex presidente Enrique Peña Nieto durante el periodo de transición, para coordinar el traspaso de poderes y participar en la renegociación del tratado comercial con Canadá y Estados Unidos.

Tiene derecho a expresarse, dijo el mandatario sobre la reciente difusión de revelaciones del priísta, en las que habla de esos contactos.

No hablé con él hasta después de la elección, ya que fui presidente electo; hablamos creo que en dos o en tres ocasiones, indicó durante su conferencia mañanera.

Personalmente estuve aquí dos veces y luego lo invité a la casa y comimos otras tres. Y en ese entonces hablamos por teléfono como en dos o tres oportunidades, porque estábamos viendo lo del tratado y lo de la transición.

Como en otras ocasiones, reconoció la actitud de Peña Nieto de no involucrarse en la elección presidencial de 2018, como sí hicieron los mandatarios de extracción panista Vicente Fox y Felipe Calderón.

“Fox hasta lo reconoce; lo ha confesado cínicamente. Se probó una vez, se presentó una denuncia, porque salían mensajes de Los Pinos y la autoridad competente en ese entonces aseguró que sí, se había demostrado que salían esos mensajes en mi contra, la guerra sucia, el López Obrador, o Andrés Manuel, un peligro para México.”

En otro orden de ideas, señaló que en comparación con el proceso electoral en Estados Unidos, el de México es un día de campo, porque hay mucho más civilidad política.

“Pura diplomacia. Por eso, nosotros lo que decimos siempre es: ‘no fabriquen delitos, no quieran quitar el derecho de participar a nadie’. Y padecí un desafuero.”

–¿Aun con la guerra sucia?

–No. Es que la que yo padecí, no, no, nada qué ver; no, no... aquí ni a rasguño llega, no, no –respondió, al recordar las estrategias en su contra desde el desafuero hasta los sobornos en el caso Odrebrecht en la campaña de 2012.