Washington. Un dron de propulsión nuclear del tamaño de un automóvil llamado Dragonfly será la única misión de la NASA en la superficie de otro mundo oceánico, la gran luna Titán, de Saturno.

La agencia espacial estadunidense dio a conocer que se espera lanzar la nave en julio de 2028 y planea que sobrevuele y toque las arenas ricas en materia orgánica de Titán.

El vehículo, que construirá y operará el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de Johns Hopkins, estará equipado con cámaras y sensores para examinar áreas de Titán que se sabe contienen materiales orgánicos, los cuales pueden haberse mezclado antes con antigua agua líquida y ahora congelada en la superficie.

Dragonfly ya fue probado en los desiertos de California semejantes a las dunas de Titán, con el fin de examinar los sistemas de vuelo en los túneles de viento del Centro de Investigación Langley de la NASA.

Además, se ha ejecutado un modelo de módulo de aterrizaje instrumentado a gran escala mediante simulaciones de temperatura y presión atmosférica en la nueva Cámara Titán de APL.

Muestras de la superficie

El dron tiene ocho rotores y aprovechará la densa atmósfera de esa luna –cuatro veces mayor que el satélite de la Tierra– para ser el primer vehículo que vuele con toda su carga útil científica a nuevos lugares con el fin de acceder a los materiales de la superficie, precisó la NASA.

Los cálculos prevén que primero arribe en los campos de dunas ecuatoriales Shangri-La, similares a las dunas lineales de Namibia, en el sur de África, y ofrecen un lugar de muestreo diverso.

Si el aterrizaje ocurre sin contratiempos explorará esta región en vuelos cortos y otros más largos, de hasta 8 kilómetros, deteniéndose para tomar muestras.

Finalmente, llegará al cráter de impacto Selk, donde hay indicios de la existencia de agua líquida, materia orgánica (moléculas complejas que contienen carbono, combinado con hidrógeno, oxígeno y nitrógeno) y energía, que juntos constituyen la receta para la vida, indicó.