Jueves 18 de abril de 2024, p. 32
La Fiscalía General de Justicia (FGJ) abrió una carpeta de investigación por robo, daño a la propiedad y ataques a las vías de comunicación luego del corte de cables de alta tensión y el robo de 30 pastillas eléctricas de una subestación que alimenta a la línea 6 del Sistema de Transporte Colectivo Metro, que va de Martín Carrera a El Rosario.
La representación legal del STC-Metro presentó una denuncia por estos hechos el pasado 15 de abril ante el agente del Ministerio Público, quien inició la indagatoria y autorizó la intervención de peritos en diversas áreas para recabar indicios.
Mientras tanto, detectives de la Policía de Investigación solicitaron las imágenes de las cámaras de videovigilancia del organismo para analizarlas e identificar a los responsables de la comisión de esos delitos, y también buscan entrevistar a testigos.
Fuentes judiciales señalaron que una de las líneas de investigación que se sigue es la de un posible sabotaje, pero se confirmará hasta conocer el resultado de la averiguación y se procederá en consecuencia.
De acuerdo con la indagatoria, el jefe de reguladores detectó la tarde de ese día una falla en la subestación de rectificación de la estación Azcapotzalco, ubicada en avenida Refinería, colonia San Marcos, por lo que acudió a inspeccionarla.
En el lugar se percató que alguien había ingresado a cortar cables de alta tensión del tablero de distribución y faltaban 30 pastillas eléctricas, lo cual había provocado un retraso en el servicio en dicha estación, por lo que informó a sus superiores.
Trabajadores del organismo explicaron que los cables de alta tensión se utilizan para transportar electricidad a grandes distancias y son un elemento fundamental para la prestación del servicio en la red, al igual que las pastillas eléctricas.
Al cortar esos cables y llevarse las pastillas tenían toda la intención de afectar el servicio, que usan miles de personas diariamente, entre ellos estudiantes de la UNAM, del IPN y Bachilleres, pero con las cámaras podría identificarse a los responsables.
Mencionaron que lo que más afecta al Metro es el robo de cable y eso ha llevado a la presentación de denuncias ante la fiscalía capitalina. En febrero pasado se presentó una por el robo de 10 metros en la estación Chilpancingo.
Sin embargo, el problema sigue, pese a contarse con cámaras, rondines y supervisiones, y hasta con la presencia de la Guardia Nacional, que estuvo el año pasado en el sistema
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