Si algo sabe hacer Stefanos Tsi-tsipas es ganar el Masters de Montecarlo. Siempre que se propone llegar al partido por el campeonato, el griego termina coronándose. Ayer, con su tercer título en la arcilla monegasca, no fue la excepción. Se impuso 6-1 y 6-4 a Casper Ruud, quien un día antes logró la victoria más importante de su carrera, al eliminar a Novak Djokovic, el mejor tenista del mundo

El heleno no dio ninguna oportunidad, y en menos de dos horas acabó con las aspiraciones del noruego, quien buscaba ganar su primer Masters 1000.

En las tres finales que ha disputado en Mónaco ha salido con el puño en alto. Las primeras dos se remontan a 2021 y 2022.

El título del actual número 12 del orbe tiene un valor especial después de ocho meses sin consagrarse en ningún certamen. Desde su trofeo en Los Cabos, México, en agosto de 2023, el heleno no ganaba un torneo y ahora, gracias a este triunfo, volverá a la lista de los 10 mejores rankeados.

El rostro de Tsitsipas refleja lo complicado que fue llegar a este punto otra vez. Al término de la batalla, sostuvo su cabeza con sus manos y lloró por un momento.

Estoy muy orgulloso de mí. Tuve que esperar mucho tiempo por un momento como este, admitió. “Es increíble volver a saborear la victoria. ¡Ahí arriba hay un Dios!", agregó tras conseguir su primer título del año y su victoria más importante en 24 meses.

El griego de 25 años se convierte en el quinto jugador en la era Open (1968 a la fecha) en inscribir su nombre en el palmarés del torneo en al menos tres ocasiones, tras Ilie Nastase (3), Bjorn Borg (3), Thomas Muster (3) y Rafael Nadal (11).

Es además el undécimo título ATP de su carrera y el primero de la actual temporada. Lo consiguió después de consolidar una semana en la que se impuso a tres jugadores del top 10 mundial: Alexander Zverev (quinto) en octavos de final, Jannik Sinner (segundo) en semifinales y ahora Ruud en la final.

El triunfo ante Sinner ya había sido el mejor de los presagios. Ante el jugador de moda en el circuito, que solo había perdido un partido esta temporada, logró un éxito convincente.

Antes de esta cita en Montecarlo no había jugado una final de un Masters 1000 sobre tierra batida desde Roma en 2022.

Llevarse un Grand Slam es precisamente su asignatura pendiente, después de haber sido subcampeón en Roland Garros (2021) y en el Abierto de Australia (2023).

Ruud, quien venía de la mejor victoria de su carrera, con la eliminación del número uno Novak Djokovic en semifinales, falló por segunda ocasión en una final de un Masters 1000.

El noruego, décimo del planeta, erró como le ha ocurrido en las grandes contiendas de campeonato. Tsitsipas aprovechó sus puntos de break para un contundente 6-1 en el primer parcial.

Su juego fue mucho más fluido y certero desde el principio. Más agresivo, subía a la red con frecuencia, mientras Ruud se limitó a ser defensivo desde el fondo de la pista. Sólo con un 3-3 en el segundo set, Ruud pareció capaz de imponer su ley. Sin embargo, Tsitsipas demostró que Montecarlo es su segunda casa.