Las acusaciones de corrupción contra integrantes de PAN, PRI y PRD, los constantes cuestionamientos contra dirigentes de esas fuerzas políticas y el reproche de un nulo interés de apoyo a grupos vulnerables, fueron el tenor de las preguntas que estudiantes de educación superior, en esta ocasión de la Universidad Iberoamericana, le hicieron a Xóchitl Gálvez, candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, conformada por dichos partidos.

En el foro organizado para escuchar las propuestas de la abanderada de la oposición, los alumnos le expusieron que el PAN no apoyó la prohibición de las terapias de conversión, pidieron más propuestas que descalificaciones en los debates y recordaron el reparto de notarías que pactó la dirigencia panista.

En el auditorio José Sánchez Villaseñor, el mismo espacio en el que, en 2012, el entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto enfrentó uno de los momentos más complicados de su campaña ante las críticas de los estudiantes, ayer Gálvez revivió un escenario similar al que encontró apenas hace una semana en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

Ayer, en la Ibero, el formato se dividió en cuatro bloques, dos de ellos destinados para que contestará las interrogantes de la comunidad universitaria. Primero fueron los moderadores quienes le hicieron las primeras consultas. Después, por 50 minutos, afrontó una larga fila de participantes que la interpelaron con micrófono abierto, y en la que la mayoría de las participaciones fue con duras preguntas.

Entre sus respuestas, y luego del primero de los debates presidenciales, la candidata reconoció que mi campaña ha tenido al menos errores en el sentido de no demostrar claramente las propuestas, necesitamos reforzar la comunicación en mi campaña.

Sin abuchear, alumnos colocaron frente a la candidata una manta de más de dos metros con la frase: “Ibero tiene memoria. 68, 71, ABC, Los 43. PRI-PAN”. Otros mostraron cartulinas en las que se leía: “Cuántos puestos le tocan a Marko y Alito”.

Otras estudiantes mostraron pancartas de respaldo a la abanderada presidencial y, en una más, llamaron cobarde a Claudia Sheinbaum, candidata de Morena y sus aliados, a quien retaron a acudir a esta universidad. Por momentos se escucharon los gritos de presidenta, presidenta.