El abono a los fondos de estabilización de los ingresos federales y de los estados se desplomó 45.6 por ciento este año, reportó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. En lo que va de 2024 –último tramo del actual sexenio– se destinaron 7 mil 888.8 millones de pesos a los fideicomisos que se usan en caso de una reducción de los ingresos públicos y que fueron utilizados prácticamente en su totalidad durante el primer y segundo años de la actual administración.

La transferencia registrada en enero es prácticamente la mitad de los 13 mil 851.9 millones de pesos reportados por Hacienda en el mismo mes del año pasado. Es probable que en el resto de 2024 no se hagan más aportaciones a estos colchones financieros. En cada año de esta administración se ha realizado una transferencia única a los fondos y ésta ha sido en el primer mes.

Desde 2007 y hasta 2018 cada año se hicieron en promedio más de tres transferencias mensuales al Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) y dos y media al Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF).

Hacienda reportó que en enero reciente se destinaron 6 mil 111 millones de pesos al FEIP, fideicomiso que, como su nombre refiere, se usa para estabilizar las finanzas públicas en caso de que los ingresos presupuestales hayan quedado por debajo de la meta y ello comprometa el funcionamiento de las secretarías de Estado y lo que esto conlleva: la interrupción de servicios públicos y apoyos sociales.

El monto en sí muestra una reducción de 45.6 por ciento respecto a los 10 mil 730.3 millones de pesos que se abonaron en enero de 2023. Hasta diciembre pasado el FEIP contenía 40 mil 523.6 millones de pesos, un saldo 83.6 por ciento menor a los 246 mil 690.8 millones con que contaba este fideicomiso en diciembre de 2018, cuando se inició la actual administración. Una vez contada la pérdida de poder adquisitivo, la baja es de 87.2 por ciento.

Sumados los recursos abonados en enero, el FEIP tendría un total de 46 mil 634.6 millones de pesos, sin incluir rendimientos.

La próxima administración podría acelerar la reposición de este fondo, pues el Congreso aprobó modificaciones que le permiten ampliar las fuentes de ingresos más allá de los petroleros, con el remanente de operación del Banco de México y los ingresos excedentes del ejercicio fiscal, si los hay.