Martes 9 de abril de 2024, p. 5
Mazatlán, Sin., Con un aplauso, el presidente Andrés Manuel López Obrador cerró la observación del eclipse total de Sol. Es un privilegio vivir para contarlo
, señaló.
De inmediato, secundó la broma de su vocero, Jesús Ramírez, para los reporteros que lo acompañaron en una mañanera distinta a otras, pues se prolongó hasta el final de los poco más de cuatro minutos que duró la totalidad del eclipse.
¡Buenos días! ¡Ánimo! Vamos a iniciar (la conferencia). Nos da mucho gusto estar aquí, en Mazatlán
, dijo entre risas aludiendo a que se trataba del segundo amanecer el día causado por el evento astronómico.
La verdad, es un día inolvidable, muy interesante todo este fenómeno, muy bello
, concluyó para despedirse.
El mandatario encabezó su conferencia desde este punto del Pacífico, para testificar el eclipse, uno de los pocos sitios del orbe donde se observó en su totalidad, junto a miembros de su gabinete y destacados científicos, como la multipremiada y mundialmente reconocida astrónoma mexicana de la Universidad Nacional Autónoma de México Silvia Torres-Peimbert.
La experta, divulgadora por décadas, dio la explicación del fenómeno, de eclipses que se han dado en el pasado y de los tres que se podrán ver en México entre los años 2050 y 2100 (2052, 2071 y 2078).
Al abrir su participación, vino el regaño para el equipo de logística de Presidencia: Les voy a pedir que para el eclipse total por favor apaguen esa luz porque, si no, no se va a hacer de noche
.
La poca frecuencia con la que estos fenómenos se repiten en un mismo territorio, detalló, es que el satélite debe estar en fase de Luna Nueva, y también depende del tamaño de ésta y el Sol, la distancia a la que estén de la Tierra, su inclinación y el punto del tránsito a lo largo de sendas órbitas.
A primera vista apreciamos que el tamaño del Sol y la Luna es el mismo, pero en realidad el astro es 400 veces más grande que el satélite, pero está 400 veces más alejado que la ésta, por eso la imagen que vemos es muy semejante.
Los eclipses pueden ser totales (que se haga de noche por minutos), anulares (queda un anillo de luz fuera de la intersección) o parciales (cuando no se cubre por completo el Sol).
¿Por qué no ocurre esto cada mes? Porque la órbita de la Tierra es un plano que está girando alrededor del Sol y la Luna y está también en un plano girando alrededor de la Tierra, no están perfectamente alineadas, hay una inclinación de cinco grados en la órbita de la Luna. Entonces, sólo cuando está en el momento preciso (alineados) es cuando ocurren.
Cuando la Tierra está más cerca del astro se define como perigeo, dijo, y se ubican a una distancia de 147 millones de kilómetros; en cambio, cuando está más alejada, a 152 millones de kilómetros, se le denomina apogeo. Lo mismo ocurre en la distancia entre nuestro planeta y su satélite: el primero es a 363 mil kilómetros y el segundo a 406 mil.
En el apogeo se dan los eclipses anulares, mientras en el perigeo los totales, explicó la investigadora emérita del Sistema Nacional de Investigadores.
De su lado, en la línea del presidente López Obrador de destacar los grandes avances y aportaciones de nuestras antiguas culturas, la titular del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, María Elena Álvarez-Buylla, destacó ejemplos de sitios antiguos mayas en cuyas inscripciones de templos se hace referencia a eclipses y otros fenómenos astronómicos.
La funcionaria continuó hablando hasta unos minutos antes de la totalidad del eclipse y cuándo está comenzó, a las 11:07, dio algunas explicaciones como el que el presidente y el resto podían observar ya sin las gafas protectoras.