Domingo 7 de abril de 2024, p. 19
Las remesas seguirán respaldando el consumo interno de América Latina, principalmente de México, pero el fuerte impulso de los pasados tres años ha terminado, afirmaron estrategas de inversión de JP Morgan.
Nur Cristiani, jefa de estrategia de inversión para América Latina, y Federico Cuevas, estratega de inversión global de JP Morgan, explicaron que durante la pandemia de covid- 19 e incluso después, los precios de los bienes se dispararon por las interrupciones en la cadena de suministro, seguidos luego por los de los servicios (a pesar de la limitada mano de obra).
Tradicionalmente, añadieron, la inflación de los servicios ha estado correlacionada con los salarios. Cuando hay escasez de personal, estos suben y, como consecuencia, las empresas enfrentan mayores costos que, a su vez, son pasados a los consumidores, para poder defender los márgenes de ganancia. Adicionalmente, sueldos más altos también significan más ingresos disponibles para respaldar el consumo.
Después de alcanzar un máximo en febrero de 2023, los precios de los servicios en Estados Unidos comenzaron a normalizarse, en gran parte debido a una mayor disponibilidad de mano de obra gracias a la inmigración. De hecho, el crecimiento anual de los salarios privados alcanzó su punto máximo a finales de 2022.
Según la Oficina del Censo de Estados Unidos, los latinoamericanos son el grupo más grande de personas en edad laboral nacidas en el extranjero en Estados Unidos, por lo que se beneficiaron de los fuertes aumentos salariales y, por tanto, se tradujo en un aumento significativo del envío de dinero. México ocupó el quinto lugar en la región en la recepción de las remesas, pues representaron casi 4.2 por ciento del PIB del país en 2022 frente a 3.8 por ciento en 2020.
Maximizar el valor
Sin embargo, el fuerte impulso de los últimos tres años ha terminado, debido a una esperada disminución en el flujo de inmigración, la normalización del crecimiento salarial y monedas relativamente más fuertes. Finalmente, sin duda, las elecciones presidenciales de Estados Unidos desempeñarán un papel clave dada la importancia que tiene la inmigración en la agenda política de ambos candidatos
, prevén Cristiani y Cuevas.
Sobre la base de las previsiones de inmigración de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), y la normalización del crecimiento de los salarios en Estados Unidos, es poco probable que el dinamismo de las remesas se mantenga, especialmente en un entorno en el que las monedas locales siguen bien respaldadas por las tasas reales.
Los inmigrantes que envían dinero a sus familias quieren asegurarse de maximizar el valor que obtienen con el tipo de cambio. Por lo tanto, existe una fuerte correlación entre monedas locales más débiles (más altas) y el número de transacciones.
Además de la apreciación de las monedas, como el peso, la inflación también afecta el poder adquisitivo de las remesas. De hecho, los recursos enviados a América Latina aumentaron 9.5 por ciento en 2023, pero descendieron 1.6 por ciento en poder de compra, debido al impacto de monedas más fuertes y precios más altos. En tanto, menos renuncias sugieren una desaceleración salarial en el futuro.