Hay una realidad del boxeo mexicano que quedó al descubierto después del racimo de títulos obteni-dos el fin de semana. La mayoría de los tricolores que consiguieron un campeonato mundial trabajan con promotoras extranjeras, al tiempo que las ganancias, pese a ser pagadas en dólares, aún son lejanas a las millonarias sumas obtenidas por Saúl Canelo Álvarez.

“El pugilismo mexicano siempre está produciendo campeones. Canelo ha ganado mucho dinero y puede obtener más, pero el prestigio y cariño de la gente, no lo puedes comprar con nada”, dijo Ignacio Beristáin, emblemático formador de monarcas mundiales al recordar que para ser ídolo se requie-re de muchos aspectos.

Los logros de Isaac Pitbull Cruz, Óscar Valdez, Gilberto Zurdo Ramírez y Sebastián Fundora, de orígenes mexicanos, tras ganar cada uno un cetro global, así como de Julio César Rey Martínez, quien retuvo el cinturón de monarca mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), reiteran el prestigio deportivo nacional en la disciplina. No obstante, el camino aún es largo para ser ídolos y alcanzar un éxito económico.

Mientras Canelo Álvarez se embolsó al menos 50 millones de dólares en septiembre al pelear contra el estadunidense Jermell Charlo, los mexicanos que ahora se coronaron obtuvieron ganancias menores al millón de dólares.

Pitbull Cruz obtuvo más de 600 mil dólares en la contienda donde le arrebató a Rolando Romero el título superligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), de acuerdo con el portal estadunidense NY Fight. El mismo medio reportó que Zurdo Ramírez ganó alrededor de 300 mil dólares al conseguir el cinturón crucero de la AMB ante el francés Arsen Goulamirian.

“En lo deportivo me da mucho gusto por el Pitbull, ha mejorado y viene de una dinastía de boxeadores. Pero es muy difícil que alguien gane lo del Canelo. Muy difícil. Dentro de ese grupo sólo puede estar gente como Floyd Mayweather”, indicó Beristáin.

Dominio de promotores extranjeros

Más allá de las ganancias de los peleadores, hay otro aspecto trascendental del boxeo mexicano que ha sido expuesto con los títulos mundiales obtenidos por los tricolores; la expansión de las promotoras extranjeras ante un complejo momento que viven las empresas de pugilismo nacional como Zanfer y Promociones del Pueblo, que hace un par de años tenían mayor presencia.

De los cuatro mexicanos que fueron protagonistas al ganar un cinturón mundial, sólo Julio César Rey Martínez tiene contrato con el entrenador y representante Eddy Reynoso, quien es parte del equipo de Canelo Álvarez.

El Pitbull es representado por el estadunidense Sean Gibbons y tiene un acuerdo con la promotora del ex campeón mundial Manny Pacquiao, Pacman Sports and Entertainment. Óscar Valdez, quien recuperó la calidad de monarca después de dos años al ganar el cetro interino superpluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), trabaja con la estadunidense Top Rank.

El Zurdo Ramírez es parte del grupo de talentos de Golden Boy, empresa del mexicano-estadunidense Óscar de la Hoya. Sebastián Fundora, nacido en Estados Unidos pero con ascendencia mexicana y cubana, es representado por el uruguayo-estadunidense Sampson Lewkowicz.

El panorama que reflejan los contratos de los campeones del orbe mexicanos con promotoras extranjeras tiene varios motivos. El principal, señala Beristáin, es que la moneda nacional no puede competir (contra el dólar). Además, el mercado estadunidense es uno de los mejores pagados, con mayor alcance y mercadotecnia.

Sin embargo, se suma otro factor, la salida de las cerveceras como patrocinadores de este deporte. Televisa perdió en 2015 el respaldo de Corona, lo cual afectó un acuerdo que tenía con Promociones del Pueblo, mientras Tecate terminó en 2019 un contrato que tenía con Tv Azteca, lo cual tuvo repercusiones para Zanfer.

Fue apenas el año pasado cuando Televisa firmó con Latin KO, antes Promociones de Pueblo, para transmitir de nueva cuenta peleas de boxeo de manera más regular.

Pocos son fieles

Siempre ha habido representantes extranjeros que vienen a buscar a los mexicanos, pero en algunos casos los engañan, expresó Beristáin desde su mítico gimnasio Romanza.

Cuando un peleador busca levantar el vuelo, está bien, nadie se los va a prohibir, ya sea que vayan con mexicanos o con estadunidenses, pero que no salgan por la puerta de atrás. Es muy común que se pirateen aquí a los boxeadores.

Recordó el caso de uno de sus ex pupilos, quien tenía 23 peleas invicto y un día recibió una oferta de un seudorrepresentante. El peleador negoció sin el conocimiento de Beristáin, por lo cual el célebre entrenador decidió terminar la relación laboral que tenían, mientras el boxeador tampoco pudo disputar una contienda en Estados Unidos, pues había sido engañado.

Son pocos los peleadores fieles. En mi caso, son contados los que llevaron toda su carrera sólo conmigo, como Juan Manuel Márquez, quien incluso recibió propuestas por Don King y promotoras grandes, pero las rechazó, recordó Beristáin al valorar el acto de confianza por parte de uno de los últimos ídolos del boxeo nacional.