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Pérdidas humanas de la ONU, sin precedente desde la segunda guerra mundial

Bombardeo a WCK no es el primero contra cooperantes

No son hechos aislados ni accidentes, reprocha la Unrwa // El hambre es mayor y las ONG suspenden labores; temen por la vida de colaboradores

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▲ El Ministerio de Salud en la franja de Gaza anunció ayer que la cifra de muertes por los actuales ataques israelíes ha excedido los 33 mil. La imagen, en Rafah.Foto Xinhua
The Independent
Periódico La Jornada
Viernes 5 de abril de 2024, p. 23

Tel Aviv. El grupo de trabajadores humanitarios regresaba de un día en el que coordinó la más reciente entrega de provisiones a Gaza, por medio de un nuevo corredor marítimo abierto para ayudar a combatir la hambruna que se cierne sobre la franja de 42 kilómetros. La ayuda, coordinada con Israel y Chipre, fue entregada por World Central Kitchen (WCK), organización filantrópica que alimenta a personas en las zonas de combate y de desastre en el mundo.

En la base de esos trabajadores en Deir Al Balah, en Gaza central, uno de ellos relató a The Independent que estaba esperando a que volvieran sus compañeros cuando, apenas pasadas las 10 de la noche, hora local, Israel atacó el convoy de tres vehículos y dio muerte a los siete trabajadores que venían, entre ellos tres ciudadanos británicos. Esto, pese a que atravesaban una zona fuera del conflicto, en vehículos que llevaban el logo de WCK, y que coordinaban sus movimientos con los israelíes.

No es sólo un ataque contra WCK, declaró la presidenta de la organización, Erin Gore, cuando el mundo se enteró de la noticia. Es un revés a las organizaciones humanitarias que aparecen en las situaciones más extremas, cuando el hambre se usa como arma de guerra.

Sin embargo, esta serie de embates no fue la primera contra una caravana de ayuda en Gaza ni la primera vez que se ha asesinado a trabajadores humanitarios.

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), al 20 de marzo, 196 trabajadores deayuda han perecido en Gaza desde que Israel lanzó su bombardeo más intenso en la franja, en represalia por el sangriento ataque de Hamas en el sur de su territorio, el 7 de octubre. Con las siete muertes de esta semana, el total de empleados de beneficencias asesinados rebasa los 200.

No fue un incidente aislado, sostuvo Jamie McGoldrick, coordinador de la entidad humanitaria de la ONU en los territorios palestinos ocupados. Gaza se ha vuelto uno de los lugares más peligrosos y difíciles del mundo para trabajar.

Hizo eco a estas preocupaciones la mayor agencia de la ONU que opera en Gaza, Unrwa, la cual informó a The Independent que 176 de sus colaboradores han muerto desde el principio de la guerra, algunos de ellos mientras entregaban ayuda vital. Otro incidente reciente ocurrió en marzo, cuando dos miembros de un equipo perecieron durante un ataque israelí a un almacén de provisiones de la Unrwa. Esto ocurrió a pesar de que la agencia comparte las coordenadas de sus instalaciones con todas las partes en conflicto, incluidos los militares israelíes, para evitar ser atacada.

Ha habido más de 160 impactos en instalaciones de la Unrwa, incluyendo las que albergan a familias desplazadas. Más de 400 personas han muerto en ataques a los albergues, afirmó la vocera Juliette Touma.

Nunca en la historia de la Naciones Unidas hemos registrado una cantidad tan enorme de pérdidas humanas entre nuestro personal, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando comenzamos a operar. En ningún conflicto armado y ni siquiera en ningún desastre natural. Gaza es uno de los lugares más peligrosos del mundo en este momento para los trabajadores de ayuda.

El nivel de peligro obliga ahora a las agencias y organizaciones a reconsiderar su presencia en Gaza, e incluso a retirarse.

La matanza del equipo de WCK está teniendo un efecto paralizante en los esfuerzos por alimentar a los 2.3 millones de habitantes de Gaza, la mitad de los cuales enfrentan niveles extremos de hambre.

Casi de inmediato, WCK señaló que tenía que suspender sus operaciones en la franja, donde ha proporcionado más de 30 millones de comidas desde que Israel lanzó su feroz bombardeo. De acuerdo con autoridades chipriotas, barcos que llevaban 240 toneladas de ayuda, en ruta hacia Gaza, han dado marcha atrás.

Emiratos Árabes Unidos, que financió parte de la ayuda llevada por WCK, declaró que también está poniendo en pausa los esfuerzos de ayuda humanitaria a través del corredor marítimo.

Varias organizaciones de caridad y no gubernamentales han señalado asimismo que suspenderán sus trabajos, pues temen por la vida de sus colaboradores.

Una de ellas es Anera, con sede en Washington, cuyo coordinador de logística, Mousa Shawwa, pereció en un ataque israelí en marzo, aun cuando las coordenadas de su refugio se habían puesto en conocimiento del ejército israelí. Anera señaló que, a raíz de los ataques, tomó la decisión sin precedente de cesar sus operaciones en Gaza, donde había ayudado a proporcionar unas 150 mil comidas diarias.

Los riesgos crecientes asociados con la entrega de ayuda no nos dejaron opción, señaló en un comunicado.

Se teme que más agencias de ayuda hagan lo mismo, lo cual significaría que más familias recibirían menos comida mientras persiste la amenaza de hambruna, la cual las agencias de la ONU consideran de manufactura humana, debido a las paralizantes restricciones de Israel a los artículos que se permite entrar y cruzar por Gaza.

Israel niega que restrinja la ayuda, pero una investigación de The Independent recabó decenas de testimonios de personal de asistencia que lo acusaron de impedir que la ayuda llegue a quienes la necesitan.

Entre tanto, la Unrwa ha sido acusada por Tel Aviv de perpetuar el conflicto y tiene prohibido hacer entregas en el norte de Gaza. Sus funcionarios instaron a Israel a reconsiderar la decisión, pues saben que tienen que tomar el lugar de los organismos que se han retirado temporalmente.

Llamamos a las autoridades israelíes a dar marcha atrás a la decisión, tomada la semana pasada, de impedir que Unrwa entregue ayuda alimentaria en el norte. La forma más fácil, rápida y segura de hacerlo es por carretera, pero no hemos podido hacerlo desde el 29 de enero, declaró Touma.

Esto es más necesario que nunca ante el riesgo de hambruna. Mueren niños por deshidratación, hambre y desnutrición. Esto puede evitarse.

El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que los trágicos ataques letales de los israelíes no fueron intencionales, y los militares prometieron una investigación independiente.

El ejército israelí y Cogat, cuerpo del Ministerio de Defensa que se coordina con los palestinos, han declarado en múltiples comunicados que facilitan la entrada de ayuda en Gaza y que no hay restricciones a la entrega. También sostienen que colaboran estrechamente con las organizaciones de ayuda para coordinar sus esfuerzos.

La realidad en el terreno cuenta una historia diferente.

Traducción: Jorge Anaya