Martes 26 de marzo de 2024, p. 18
El presidente ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, dejará el cargo a finales de año, en medio de una reorganización general de la dirección derivada de la crisis de seguridad del fabricante de aviones.
El suceso más reciente, en enero, fue la falla de un panel de un avión 737 Max en pleno vuelo. También dejarán sus puestos el presidente del directorio, Larry Kellner, y Stan Deal, jefe del negocio de aviones comerciales.
La junta de Boeing intenta controlar los innumerables problemas que durante varias semanas han sacudido la confianza en el icónico fabricante de aviones.
El incidente de enero fue el más reciente de una serie de alertas de seguridad que han dañado la imagen del fabricante y obstaculizado su capacidad para aumentar la producción.
Calhoun, de 66 años, asumió el cargo luego de dos accidentes, en 2018 y 2019, que causaron la muerte de casi 350 personas. Inmediatamente después del estallido del panel de una puerta falsa de una aeronave el 5 de enero, ejecutivos de aerolíneas expresaron su apoyo al directivo, pero ese respaldo menguó después de más retrasos en la producción y cuando los reguladores detectaron problemas de calidad en un centro de fabricación en las afueras de Seattle.
Algunos inversionistas dijeron que la restructuración no sería suficiente para resolver estos problemas persistentes. Ante las investigaciones federales en Estados Unidos, la compañía frenó la producción para solucionar problemas de seguridad y calidad. Boeing está en conversaciones para comprar la ex filial Spirit AeroSystems, con miras a tener más control sobre su cadena de suministro.