Es revelador y riesgoso que la derecha, personificada por el PAN, aún en tiempos electorales, en los que intenta conseguir votos, haya acudido a un discurso de odio y discriminación contra la comunidad LGBT+ y en la tribuna de la Cámara de Diputados los haya criminalizado e insultado, aseguró la senadora de Morena Citlalli Hernández Mora.

La también secretaria general de Morena se refirió ayer al discurso de los diputados panistas durante la aprobación la víspera, en San Lázaro, de la reforma que prohíbe y sanciona penalmente las terapias de conversión, con las que se pretende obligar a homosexuales, lesbianas y transexuales a cambiar su identidad sexual.

Se quitaron la máscara y actuaron como la derecha fascista que son, aseveró, pues fue el único grupo parlamentario que votó en bloque contra la reforma y varios de sus oradores calificaron de pederastas y pervertidos a quienes integran la diversidad sexual y a legisladores de Morena que defendieron la reforma.

Fue una vergüenza, expresó, que frente a activistas presentes la noche del viernes en la discusión de la minuta, que por fin se aprobó en esa cámara (estuvo congelada 17 meses), el blanquiazul no dudara en llamarlos enfermos y minoría escandalosa y pervertida.

En el debate, el PAN fue la única bancada que se manifestó contra la reforma (aprobada por la mayoría de Morena, PT, Verde y PRD y parte de diputados del PRI y MC) que sanciona hasta con seis años de prisión a quienes promuevan, financien y obliguen a las personas a someterse a esas terapias.

El panista Gabriel Quadri sostuvo que es un atropello contra la familia, la religión y la libertad y reivindicó que padres y sacerdotes puedan orientar a jóvenes y niños sobre su sexualidad, discurso que repitieron otros blanquizules. La diputada María Teresa Castell llegó incluso al extremo de sostener que Morena está lleno de pedófilos y pervertidos, y se burló de la diputada trans María Clemente, a la que llamó este señor.

Margarita García, del PT, denunció que un legislador del blanquiazul, Xavier Azuara Zúñiga, presume ser miembro fundador de un centro de conversión, de los que parecen ser de la época de la Inquisición, en el que con “electroshocks, castigos, violaciones y hasta exorcismos” se pretende convertir en heterosexuales a quienes tienen otras orientaciones.

La minuta, detalló Hernández Mora, fue regresada por los diputados al Senado, ya que se modificó en atención a una recomendación de la Suprema Corte, y confió en que la cámara alta la apruebe a la brevedad y pase al Ejecutivo para su promulgación.