El sector bancario es de los más desiguales para las mujeres, ya que tienen menor acceso a financiamiento aun cuando está demostrado que son mejores pagadoras en comparación con los hombres, afirmaron expertas del sector.

Es necesario que en este momento las instituciones financieras dejen a un lado los denominados productos rosas y se pongan en marcha otros con perspectiva de género, es decir, instrumentos que no solamente les brinden recursos, sino que acompañen a las mujeres para mejorar su calidad de vida o incluso posicionar sus emprendimientos en los mercados, señalaron.

Las mujeres no nos vamos por menores tasas de interés, nos vamos por mejor servicio, y en la banca, en general, no se hace esa diferencia o inteligencia de género, expresó Marcela Ponce, líder de finanzas sostenibles de la Corporación Internacional de Finanzas (IFC, por sus siglas en inglés).

Durante un panel llamado Camino a la libertad financiera, organizado en el Foro Económico de Mujeres, Lyssete Bravo, directora de comunicación externa y asuntos públicos de HSBC México y Latinoamérica, planteó que en nuestro país 37 por ciento de las mujeres cuentan con un crédito hipotecario y en el caso de los hombres la proporción asciende a más del 60 por ciento, mientras en los préstamos de nómina la razón es de 43 por ciento contra un 53 por ciento.

“Muchas mujeres con la pandemia quedaron sin empleo, se convirtieron en emprendedoras pero no tienen acceso a financiamiento.

Lo que tenemos que hacer desde las instituciones financieras es dejar a un lado los productos rosas para ofrecer productos con perspectiva de género, es decir, que les acerquen no solamente a tener un acceso a préstamos, sino que las acompañen por medio de programas, sobre todo de educación financiera.

María Ariza, directora de la Bolsa Institucional de Valores, refirió que las mujeres que se encuentran en los altos cargos directivos también se deben encargar de apoyar a sus colaboradoras para que tengan mejores oportunidades.