Entre gritos, insultos y descalificaciones a su trabajo, así como acusaciones de auditor gansteril, solapador de la corrupción, ineficiente y tramposo de las diputadas Inés Parra (Morena) y María Elena Pérez Jáen (PAN), el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), David Colmenares, sostuvo que en la cuenta pública 2022 hay menos observaciones al uso de recursos públicos porque los gobiernos de los tres niveles han hecho mejor las cosas.

Colmenares se presentó a la última mesa de trabajo ante los legisladores de la Comisión de Vigilancia de San Lázaro para aclarar dudas y hacer precisiones sobre los resultados de la fiscalización de la cuenta pública 2022.

En el caso de las revisiones a las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), destacó que la ASF practicó revisiones de ciberseguridad, donde se identificaron mejoras respecto a los análisis realizados con anterioridad, como son los casos del Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada, Nacional Financiera y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, donde aumentaron el nivel de los controles de un rango bajo a uno medio, expuso.

Sin embargo, advirtió: se pudo constatar que en general no se tienen implementados controles robustos de ciberseguridad, lo que pone en riesgo los activos de información de las entidades. Todavía se puede hacer un esfuerzo mayor.

Al detallar los hallazgos en las auditorías a esa cuenta, precisó que “la falta de documentación justificativa o comprobatoria del gasto fue la principal irregularidad detectada, la cual generó más de 64 por ciento del monto por aclarar, con un total de 14 mil 698 millones de pesos.

Informó que el pago de recursos indebidos o injustificados al personal suma 2 mil 106 millones de pesos, lo que representa 9.2 por ciento de la cifra por comprobar, que asciende a casi 23 mil millones de las participaciones federales.

Se detectó, agregó, que hay recursos ejercidos en conceptos que no cumplen los objetivos específicos de cada fondo de programa, por un total de 869 millones, que representan 3.8 por ciento de los casi 23 mil millones pendientes por aclarar en el gasto federalizado.

Reveló que hay casi 200 millones de pesos pagados a personal no identificado en los centros de trabajo, que representan casi uno por ciento del total de la cifra considerada como irregular.

Colmenares explicó que gracias a la labor de la Auditoría Superior, se logró reintegrar a la Tesorería de la Federación 3 mil 182 millones 200 mil pesos, importe histórico y equivalente a 142 por ciento del presupuesto con que contó la ASF, es decir, que por cada peso asignado al máximo órgano de fiscalización en 2022, recuperó a la Federación 1.2.

La morenista Inés Parra espetó a Colmenares: pésimo desempeño, auditor deficiente, negligente; encubre la corrupción en las auditorías. No es de extrañar la caída en picada de querellas presentadas en su periodo de auditor. Cero denuncias en las cuentas públicas de 2021 y 2022. No siente vergüenza presentarse a esta comisión con estos resultados a la baja, amañados. Es tramposo y solapador de la corrupción.

Y Pérez Jáen, también a gritos y con carteles en los que se leía: Colmenares, manipulador de la fiscalización, lo acusó de esconder y solapar los actos de corrupción de funcionarios públicos allegados al Presidente de la República.