Vecinos de la colonia Portales, en Benito Juárez, aseguraron que nunca recibieron información de la construcción del edificio de seis niveles que se erige en avenida División del Norte 2238, a pesar de las reiteradas peticiones que realizaron a la constructora y a la alcaldía, que nunca exhibieron los permisos de manifestación de construcción, estudios de impacto ambiental y mecánica de suelo; tampoco se realizó la publicitación vecinal ni se les notificó de las acciones de mitigación por los daños a sus viviendas y los alrededores.

Los residentes relataron que la constructora, por conducto de un notario público, logró fusionar en un solo predio el ubicado en División del Norte –donde se hallaba un negocio dedicado a la venta de mármoles– y el contiguo en la parte trasera de la calle Tokio, donde se encontraba la pequeña casa de un vecino.

Señalaron que el viacrucis empezó cuando la constructora demolió la casa de su vecino Jorge sin presentar el permiso de demolición, y que al fusionar los predios, los encargados de la obra aseguraron que tenían permiso para erigir un complejo de departamentos que se anuncia como Residencial Novus (un concepto pensado para ti), cuando el máximo de niveles permitido en la calle Tokio es de tres niveles.

Ante el rechazo vecinal, la alcaldía colocó el pasado 29 de febrero sellos de suspensión de la obra; sin embargo, horas después fueron arrancados sin que las autoridades los repusieran o la clausuraran, a pesar de que los colonos alertaron de la situación.

Ayer por la mañana, las casas se cimbraron como nunca antes había ocurrido, como si estuviera temblando, dijo un joven al mencionar que por lo menos 12 trabajadores de la obra salieron huyendo al darse cuenta de la gravedad de la perforación, que dañó el túnel de la interestación Parque de los Venados y Eje Central de la línea dorada del Metro.

Una máquina piloteadora hizo una perforación de al menos 10 metros de profundidad en la que colocó varillas de manera circular y que rellenaría con concreto, por lo que los vecinos llamaron a la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, que junto con personal del Metro suspendieron la construcción.

Por la tarde, sólo dos veladores resguardaban la obra que carece de medidas de protección para no dañar las casas aledañas, mientras los vecinos mantienen la exigencia de que no se realice la obra, y que el Instituto para la Seguridad de las Construcciones haga una inspección en sus viviendas, a fin de que se les pague por las cuarteaduras que aparecieron desde diciembre y a la fecha ya están más grandes.

Acusaron que sujetos enviados por la constructora trataron de ingresar a sus domicilios con un notario para revisar los daños; sin embargo, se negaron a identificarse y no mostraron algún documento oficial ni estaban acompañados por alguna autoridad, por lo que no permitieron el ingreso a sus casas.