El museo universitario selecciona imágenes de su colección en las que el fotógrafo giró la cámara para traer a escena a quienes observan
Jueves 14 de marzo de 2024, p. 3
En el más reciente proyecto del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), el espectador se convierte en sujeto activo y protagonista de los hechos.
Intitulado Los mirones, es el nuevo núcleo de la exposición Genealogías y disidencias. Colección MUAC, que se presentará a partir de este sábado y hasta el 25 de agosto en la sala 5 de ese recinto de la Universidad Nacional Autónoma de México, en el Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000).
Mediante 62 fotografías y un video se rastrea a los mirones presentes en la colección del MUAC para ponerlos en primer plano
.
Es decir, se recuperan imágenes de aquellas personas que en determinado momento fueron captadas por la lente de una cámara como espectadores de un concierto, una función de lucha libre, un accidente, un acto de represión en las calles o en un museo, entre otras situaciones.
Algunas de las piezas registran al público observando un performance de Pola Weiss en el Museo Universitario del Chopo en 1982; la vida de los prisioneros en la cárcel de Lecumberri, principalmente de la sección de mujeres, así como aspectos íntimos de los asistentes al Festival de Rock y Ruedas de Avándaro en 1971.
Es una selección que busca reflexionar sobre las tipologías de la mirada en el ámbito de lo público y, a la vez, recuperar el gesto de fotógrafos que giraron la cámara para traer a escena a quienes observan
, explica Alejandra Labastida, curadora de este nuevo núcleo al lado de Jaime González.
Los artistas participantes son Gabriela Iturbide, Nacho López, Lourdes Grobet, Maris Bustamante, Enrique Bordes Mangel, Enrique Metinides, Armando Cristeto, Carlos Somonte, Ursula Bernath y Raúl Estrada Discua. Mientras el autor del video es Francis Alÿs, en el cual de observador de un hecho en el Centro Histórico pasa a protagonista de un accidente.
En entrevista con La Jornada, la también escritora e historiadora destaca que este conjunto de imágenes busca poner en relieve cuáles son las implicaciones de la mirada y qué juegos y estructuras de poder atraviesan nuestro comportamiento en diferentes contextos.
Menciona que, al seleccionar las imágenes, se advirtió que era posible hacer “una taxonomía de las miradas porque dentro de nuestro imaginario cultural tal vez no entendemos de la misma manera al público de la lucha libre que al del festival de Avándaro, o al de una galería de arte con el de un accidente en la calle o durante una manifestación.
Pensamos, entonces, en qué implicaciones tenían esas categorías, jerarquías y esa taxonomía de los cuerpos que miran. Y nos pareció un ejercicio muy interesante poner en una misma sala a todos esos mirones que son de diferentes contextos y situaciones y ver qué ocurría en el contexto del público que asiste a la exposición, ya que también son mirones, por lo tanto la exposición es de mirones viendo mirones.
Para Alejandra Labastida (Ciudad de México, 1979), la insistencia de los fotógrafos por retratar a los espectadores demuestra que éstos también son importantes, como lo hizo Enrique Metinides, el famoso fotoperiodista de nota roja, que no sólo captaba los accidentes, sino a la gente que se juntaba alrededor, a los curiosos.
“Enrique Bordes Mangel lo hizo con la represión policiaca del halconazo de 1971. También se fijó en esos personajes que vienen a demostrar que el famoso dicho de ‘los mirones son de palo’ no es del todo cierto. Hay tanto interés en varios fotógrafos por registrarlos que pareciera que nos están diciendo que no son de palo, sino que participan de alguna manera.”
La curadora subraya que si bien este nuevo núcleo expositivo está enfocado en los mirones antes de la era digital y las redes sociales
, permite reflexionar al espectador sobre lo que significa hoy la mirada, cómo nos dejamos mirar por los demás y en qué estructuras y coreografías participamos.
“Ahora todo está hipercoreografiado, esta cosa de la selfi, el contenido en Instagram y demás. Las redes sociales son una forma de visibilidad, de ser mirados y de mirar muy atravesada por estructuras de poder. La idea fue traer a nuestro ahora esta reflexión sobre otras formas de mirar.
La exposición es un pequeño descanso de la dinámica en la que estamos inmersos. No hay selfis, pero sí muchos momentos que también son interesantes, en los que los observadores se dan cuenta de que son fotografiados y voltean a la cámara; está la mirada directa y hay una interacción con la cámara como medio y dispositivo. Podrían ser los tatarabuelos de lo que está pasando ahora.