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Existimos y resistimos

Con retas en el Zócalo, mujeres reclaman espacios y visibilización
 
Periódico La Jornada
Domingo 10 de marzo de 2024, p. a10

Sobre las consignas feministas que quedaron grabadas en la explanada del Zócalo, un grupo de mujeres reclama los espacios públicos, por el derecho al gozo y por ser visibles, todo con una reta de futbol como un paro activo en el contexto del 9-M, Un día sin nosotras.

Jugamos sobre estas consignas para recordar los motivos por los que salieron el viernes tantas personas a la marcha por el Día Internacional de la Mujer. Es dejar claro que también somos dueñas del espacio público, existimos y resistimos, di-jo Shelma Cerrillo, de la Barra feminista, organizadora de estas retas.

El balón rueda en medio de un ambiente de solidaridad y seguridad. Es una paradoja disruptiva, el deporte, uno de los espacios que por siglos fue negado a las mujeres, ahora es una herramienta para alzar la voz y crear redes de apoyo. El escenario también es simbólico; es una protesta feminista frente a la Catedral de la Iglesia católica y Palacio Nacional.

Alrededor las acompañan una serie de inscripciones que dejaron otras de sus hermanas un día antes. Son frases que aún resuenan entre la rabia y la esperanza. No es no, No fue tu culpa, Dios es una morra, Juntas somos más fuertes, ¡Justicia! son algunos de los gritos grabados en la explanada capitalina.

Con pancartas de apoyo a las futbolistas profesionales, la Ba-rra feminista destaca como grupo de afición en la Liga Mx Femenil.

Ahora, por quinto año consecutivo –la primera para acudir a Bellas Artes y las otras cuatro al Zócalo–, lanzaron una convocatoria en redes sociales para las mujeres que quisieran unirse a estas retas en busca de concientización y gozo. Al llamado respondieron decenas, algunas llegaron en grupos, otras se animaron a ir solas.

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▲ Gozosas, decenas de mujeres acudieron al llamado para tomar la explanada capitalina.Foto María Luisa Severiano

El deporte a veces se convierte en un privilegio, señala Anahí Ángeles, quien llegó sola, pero con las retas comienza a crear una hermandad. Soy madre y no puedo darme el tiempo de ir a jugar porque no tendría quién cuidara a mi hijo. Hoy está con su papá, por eso he podido venir. Se siente muy bonito volver a tocar el balón, reconoce con la emoción de cumplir un anhelo.

En esta cancha de concreto y de disputa social, los pases perfectos son lo de menos. Cada toque al balón se convierte en un movimiento de fuerza y resistencia contra el machismo. Todo es una protesta, incluso desde los nombres de los equipos: Las Vulvarindas, Las Caguamas, “Las Derretidas… no, somos Las Derretides, con e de inclusives”, corrige una de las futbolistas en un tono jocoso que tiene de trasfondo el reclamo de visibilidad.

No pude venir a la marcha, pero era consciente de que quería ocupar un espacio público como morra, de ser visible. Muchas veces no había lugares para nosotras en el futbol, los equipos eran de hombres. Ahora, con las retas hacemos una acción feminista, es una protesta contra la violencia, aseveró María Fernanda, quien ya se preparaba para entrar a la cancha.