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Empresa de Sal, nacionalizada // Se salvó de los neoliberales// Privatización=corrupción

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▲ Autoridades del gobierno federal confirmaron que los trabajadores de Exportadora de Sal tienen garantizados sus derechos y puestos laborales. La nacionalización de la empresa marcará una nueva era para la región y para el país, siempre en beneficio del pueblo mexicano.Foto Presidencia
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partir de ya, una de las tantas empresas del Estado privatizadas por el régimen tecnócrata se incorpora de pleno al universo público, luego de que el presidente López Obrador anunciara y concretara ayer la nacionalización de Exportadora de Sal, un consorcio ubicado en Guerrero Negro, Baja California Sur que se salvó en la época neoliberal o neoporfirista de que fuese (totalmente) privatizada de milagro. Y ahora, como estamos cambiando esa política, regresamos al pueblo lo que es del pueblo.

La secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, explicó que Exportadora de Sal (ESSA) hasta hoy era una empresa con participación estatal mayoritaria, con 51 por ciento, y el resto pertenecía a la empresa Mitsubishi. Dada su importancia en la industria salinera nacional e internacional y para consolidar una política social enfocada en el desarrollo económico y sostenible, el empleo justo y debidamente remunerado, así como una mejor distribución del ingreso y la riqueza, se tomó la decisión de adquirir 100 por ciento de sus acciones.

Con la nacionalización, subrayó la funcionaria, se cumple el precepto del Presidente de que los beneficios generados con nuestros recursos naturales se queden en nuestro país y se aprovechen para el bienestar del pueblo de México, como parte de proyecto de transformación para el México del siglo XXI. ESSA cuenta con la salina más grande del mundo, con una producción superior a 8 millones de toneladas anuales y una alta calidad de sal, capaz de abastecer a la industria de la región Asia Pacífico y costa este de América del Norte, además de la capacidad para recibir y cargar barcos de hasta 180 mil toneladas.

En el detalle, Buenrostro explicó que ESSA representa 84 por ciento de la producción de sal en México, orientada principalmente a la exportación. Nuestro país se encuentra en el séptimo lugar a nivel mundial con la producción de sal de 8.7 toneladas métricas y, junto con Chile, somos los principales productores de América Latina. No hay que olvidar que las sales son un insumo importante en industrias como la farmacéutica, textil, química, construcción y petroquímica, por lo que es un recurso muy importante en la nueva política industrial de México.

Para nacionalizar Exportadora de Sal, es decir la adquisición de 49 por ciento de las acciones hasta ayer propiedad de la trasnacional japonesa Mitsubishi, se invirtieron mil 500 millones de pesos, para finalmente quedar con una participación de 25 por ciento del Servicio Geológico Mexicano y 75 por ciento del fideicomiso de fomento minero, es decir, ciento por ciento entidad paraestatal.

Buenrostro subrayó que ESSA no sólo es una empresa, es también una comunidad, y con un manejo honesto y responsable de ella hemos impulsado la economía local para el bienestar de la población de Guerrero Negro y municipios aledaños, con un crecimiento económico sostenible y equitativo. Está conformada por trabajadoras y trabajadores mexicanos, con conocimiento especializado y experiencia. Por ello, les aseguramos que están garantizados sus derechos y puestos laborales, y que seguiremos trabajando de la mano, juntas y juntos, por el futuro de México. La nacionalización de Exportadora de Sal marcará una nueva era para la región y para nuestro país, siempre en beneficio del pueblo mexicano. Excelente noticia.

Por su parte, el presidente López Obrador expresó que la nacionalización de ESSA es un buen propósito, que la tengamos ya en poder de la nación, que sea pública. Durante 36 años de política neoliberal o de pillaje, ponían por delante el interés personal, el interés de las empresas, el interés por el lucro, y no debe de ser así; por delante debe de estar siempre el interés público, el interés colectivo, el interés del pueblo, el interés de la nación. Y se salvó de milagro, a lo mejor por el aislamiento, pero ahora queremos dejar a salvo este patrimonio de todos los mexicanos, para que no se corra ningún riesgo, porque la privatización no ha ayudado a México. Privatizar es sinónimo de corrupción, eso es lo que significó la política neoliberal por mucho tiempo. Por eso, queremos regresar al espíritu de la Constitución de 1917, poner por delante el interés público, el interés de los mexicanos.

Las rebanadas del pastel

Si de nacionalización se trata hoy se concretará la operación de compraventa de 13 plantas de generación eléctrica entre la trasnacional española Iberdrola y el gobierno mexicano. Entonces, Ignacio Sánchez Galán, presidente de ese consorcio foráneo, ya puede irse a robar a otra parte.

Twitter: @cafevega