Mundo
Ver día anteriorSábado 17 de febrero de 2024Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Biden no espera una ofensiva en Rafá

Falla del oxígeno en hospital tomado por Israel deja cuatro fallecidos

Netanyahu insiste en no aceptar la creación de un Estado palestino

Foto
▲ Una guardia migratoria especial vigila la frontera de Egipto con la ciudad palestina de Rafá, localidad en la que está hacinada casi la mitad de los habitantes de la franja de Gaza.Foto Afp
The Independent
Periódico La Jornada
Sábado 17 de febrero de 2024, p. 19

Tel Aviv., La irrupción de tropas israelíes en el principal hospital del sur de Gaza provocó un caos para cientos de médicos y pacientes. Funcionarios de salud informaron que cuatro personas en cuidados intensivos fallecieron después de que se les cortó el oxígeno. Los soldados cateaban las instalaciones, en las que los militares dijeron creer que podrían encontrarse restos de rehenes secuestrados por Hamas.

Las tropas tomaron las instalaciones médicas después de rodear durante casi una semana el nosocomio Nasser, en la ciudad sureña de Jan Yunis, mientras personal médico, pacientes y otras personas en el interior se encuentran bajo fuego intenso y escasas provisiones, incluyendo agua y comida. El jueves, horas antes de que los militares capturaran el hospital, fuego israelí mató a un paciente e hirió a otros seis dentro del complejo, afirmaron empleados.

Entre tanto, las negociaciones para un cese el fuego en Gaza parecen haberse estancado, y ayer el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvió a pronunciarse con dureza contra la visión estadunidense para después de la guerra, en particular sus llamados a crear un Estado palestino. Luego de hablar en el curso de la noche con el presidente Joe Biden, Netanyahu escribió en X que Israel no aceptará dictados internacionales referentes a un acuerdo permanente.

Afirmó que, si otros países reconocen unilateralmente a un Estado palestino, sería dar una recompensa al terrorismo. Netanyahu ha rechazado reiteradamente la creación de un territorio soberano para los palestinos.

El gobernante ha prometido continuar la ofensiva y extenderla hacia la ciudad de Rafá, cerca de Egipto, hasta que Hamas sea destruido y libere a decenas de rehenes capturados durante el ataque de los militantes, el 7 de octubre. En su llamada telefónica,

Biden volvió a advertirle la mañana de ayer contra continuar con una operación militar en Rafá antes de contar con un plan creíble y ejecutable para garantizar la seguridad de los civiles palestinos, informó la Casa Blanca. Y por la noche, en una conferencia de prensa tras el anuncio de la muerte del opositor ruso, Aleksei Navalny, Biden dijo que no espera una ofensiva en Rafá y reiteró que era necesario un alto el fuego temporal para evacuar a los rehenes retenidos en Gaza.

Mientras la guerra no muestra signos de terminar, el riesgo de un conflicto más amplio aumenta, después de que Tel Aviv y el grupo militante libanés Hezbolá tuvieron su intercambio de fuego más letal a través de la frontera desde el inicio de la guerra israelí con Hamas. El jueves, Israel lanzó ataques aéreos al sur de Líbano por segundo día, luego de matar a 10 civiles y tres combatientes de Hezbolá el miércoles, en respuesta a un ataque que quitó la vida a un soldado israelí y lesionó a otros varios.

Escenas de pánico

El centro médico Nasser es el más reciente en una serie de nosocomios que las fuerzas israelíes han sitiado e invadido durante la guerra, afirmando que Hamas emplea las instalaciones para propósitos milicianos. Los ataques han desmantelado el sistema de salud de Gaza, que lucha por atender a un flujo constante de personas heridas en los bombardeos.

Soldados, tanques y francotiradores han rodeado el Nasser durante al menos una semana, mientras la comida, el agua y los suministros se agotan y el fuego del exterior ha dado muerte a varias personas en el interior, según funcionarios.

Antier, los efectivos ingresaron en el hospital, después de que los militares dijeron tener inteligencia creíble de que Hamas retuvo rehenes allí, cuyos restos podrían estar todavía dentro. El contralmirante Daniel Hagari, principal vocero castrense, aseguró que sus fuerzas realizaban una operación precisa y limitada, y que no evacuarían por la fuerza a médicos o pacientes.

La tarde de antier, Hagari notificó que las tropas todavía cateaban el hospital. Afirmó que docenas de militantes fueron arrestados en terrenos del mismo, entre ellos tres que participaron en el ataque del 7 de octubre. Añadió que encontraron granadas y proyectiles de obús, y que el radar determinó que los militares dispararon obuses desde esos terrenos hace un mes. No fue posible confirmar las aseveraciones con una fuente independiente.

Una persona liberada declaró a la agencia Ap el mes pasado que ella y más de dos docenas de cautivos habían sido retenidos en el hospital Nasser.

El derecho internacional prohíbe dirigir ataques contra instalaciones médicas, aunque pueden perder esas protecciones si son usadas con propósitos militares. Aun en tal caso, Israel debe tomar precauciones y seguir principios de proporcionalidad, señaló la Oficina de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, y agregó que, como potencia ocupante, tiene el deber de preservar las instalaciones médicas.

Al hacer sus cateos, los uniformados ordenaron que más de 460 trabajadores, enfermos, heridos y sus familiares se trasladaran a un edificio más antiguo del complejo, que no está equipado para atender pacientes, acusó el Ministerio de Salud de Gaza. Estuvieron en difíciles condiciones, sin alimentos ni fórmula para lactantes y con escasez de agua, precisó.

Cuatro personas que recibían cuidados intensivos fallecieron ayer porque se cortó la electricidad, lo que detuvo la provisión de oxígeno, afirmó el ministerio. Había advertido antes que seis pacientes de la unidad y tres infantes en incubadoras estaban en peligro porque el combustible para los generadores estaba a punto de agotarse. La ocupación israelí es responsable por las vidas de los pacientes y del personal, pues el complejo está ahora bajo su control total, declaró el ministerio. Raed Abed, paciente herido que estuvo entre quienes salieron del hospital el miércoles, expresó que los días bajo sitio dejaron las instalaciones sin agua ni comida. Hay basura por todas partes. El drenaje inundó el pabellón de urgencias.

Sufriendo todavía de una severa herida en el estómago, Abed refirió que él y otros esperaron durante horas fuera del edificio, pues los uniformados los hacían pasar de cinco en cinco, arrestando a algunos y haciéndolos quedar en paños menores. Al final tuvo que caminar kilómetros hasta la ciudad fronteriza de Rafá, donde lo ingresaron en un hospital. Acostado en una cama allí, gemía de dolor al hablar.

Sin final a la vista

La guerra comenzó el 7 de octubre, cuando militantes de Hamas salieron de Gaza y atacaron varias comunidades israelíes, en las que mataron a mil 200 personas y secuestraron a 250. Más de 100 cautivos fueron liberados durante un cese el fuego en noviembre, a cambio de 240 prisioneros palestinos. Unos 130 rehenes permanecen en Gaza, de los que se cree que 30 de ellos han muerto.

Medios israelíes reportaron que el director de la CIA, William Burns, voló a Israel para reunirse con Netanyahu y hablar sobre esfuerzos para detener las hostilidades.

Hamas afirma que no soltará a los retenidos hasta que Israel termine su ofensiva, se retire y libere a prisioneros palestinos, entre ellos líderes militantes.

Netanyahu ha rechazado esas demandas y afirma que Israel extenderá pronto su ofensiva hacia Rafá, la ciudad más sureña de Gaza. Más de la mitad de la población de la franja, de 2.3 millones de habitantes, se hacinan ahí después de huir de los combates en otras localidades palestinas.

Rafá fue objeto de múltiples ataques en el curso de la noche anterior, que destruyeron casas donde se resguardan familias y dieron muerte al menos a 11 personas, según funcionarios de salud.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya