Cultura
Ver día anteriorViernes 9 de febrero de 2024Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Explora la Tate Modern medio siglo de creación del canadiense Philip Guston

Se incluye su etapa en México, en 1934, cuando pintó el mural La lucha contra el terrorismo, en Morelia // La galería lo proyecta a gran escala

Foto
▲ La muestra en el espacio londinense.Foto de la Tate Modern
 
Periódico La Jornada
Viernes 9 de febrero de 2024, p. 3

El mundo ansioso y turbulento en el que vivió Philip Guston durante el siglo XX fue captado por más de 50 años en sus pinturas y dibujos. El artista canadiense es el centro de una gran retrospectiva en la galería Tate Modern, en Londres.

En varios momentos de su vida protestó en sus obras contra la violencia y la injusticia racial, con una trayectoria en la que evolucionó desde el muralismo mexicano, la abstracción y una figuración satírica en la que incluía imágenes de sus pesadillas, sentido del humor y un vasto imaginario.

¿Qué clase de hombre soy yo, sentado en casa, leyendo revistas, enfurecido por todo y luego entrando en mi estudio para adaptar un rojo a un azul?, se cuestionó en su vida dedicada al arte, influenciado por los acontecimientos políticos y de la vida real.

Philip Guston (Montreal, 1913- Nueva York, 1980) fue un artista complejo que se inspiró en el mundo de pesadilla que lo rodeaba para crear imágenes nuevas y sorprendentes, explica en su página de Internet el espacio cultural británico, que exhibe hasta el 25 de febrero una exploración a la forma en que su trabajo unió lo personal y lo político, lo abstracto y lo figurativo, lo humorístico y lo trágico.

La exposición sobre uno de los pintores más cautivadores del siglo XX y su respuesta al mundo turbulento incluye su estancia en México en 1934, para crear un mural de protesta radical en Morelia, Michoacán, con el título La lucha contra el terrorismo, que realizó junto con sus amigos Reuben Kadish y Jules Langsner. En la sala de la Tate Modern se proyecta el fresco mexicano y permite observarlo a gran escala.

El mural, obra monumental y audaz, muestra a personas resistiendo a lo largo de los siglos la crueldad de la Inquisición española, el ascenso del nazismo y grupos de odio como el Ku Klux Klan. Guston, quien durante su vida se opuso al racismo, utilizó su pincel como poderosa herramienta para protestar contra los aterradores acontecimientos que configuraban el mundo a su alrededor.

La mayor retrospectiva de Guston en el Reino Unido en dos décadas ofrece más de 100 pinturas y dibujos de medio siglo de carrera trascendental, con una nueva visión de los primeros años de formación y su activismo, su célebre periodo de abstracción y sus últimas obras.

Foto
▲ Guston con Reuben Kadish y Jules Langsner, con quienes realizó el mural en la capital michoacana.Foto de la Tate Modern

Hijo de inmigrantes judíos que escaparon de la persecución en lo que ahora es Ucrania, Philip Guston nació en Montreal, Canadá, en 1913. La familia cambió su residencia a Los Ángeles, Estados Unidos, en 1922. Fue un autodidacta que se sintió atraído por los dibujos animados, los viejos maestros del Renacimiento italiano, el surrealismo y el muralismo mexicano.

El racismo y las guerras ya figuraban en sus primeros murales y lienzos. Desde muy joven se interesó en el comunismo y las ideas de izquierda. En la década de 1960 se involucró en los movimientos por los derechos civiles. Guston utiliza el estilo cómic, la sátira y el humor para crear imágenes sorprendentes, incluidas sus espeluznantes figuras caricaturescas del Ku Klux Klan con capuchas triangulares y ojos negros rasgados.

Su vida e infancia, inspiración

Durante su carrera evolucionó por distintos estilos, abarcando el surrealismo, la abstracción y la figuración. Se convirtió en uno de los pintores abstractos más célebres de los ñaos 50 y 60, como parte de la Escuela de Nueva York, junto con Mark Rothko y su amigo de la infancia Jackson Pollock.

Desarrolló su estilo más característico a finales de los años 60, cuando comenzó a trazar figuras misteriosas y extrañas, inspirado en su vida e infancia. Parte de su estilo distintivo fueron el uso del color en varios tonos, remolinos, pinceladas complejas, al igual que sus misteriosas y oníricas figuras.

En este periodo de trastornos sociales se volvió crítico de la abstracción y produjo figuras cómicas, algunas con capuchas blancas que representaban el mal y a los perpetradores cotidianos del racismo. Estas obras, y las que continuaron, fueron las que lo establecieron como uno de los pintores más influyentes del siglo XX.

Plasmó algunas de sus obras más populares a altas horas de la noche en su estudio, en la década de 1970, como Monument (1976) y Sleeping (1977). Aunque en ese momento no gustaron mucho a los críticos, influyeron en otros artistas como William Ken-tridge, Tacita Dean o el dibujante Art Spiegelman.