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La ciudad alberga a más de un millón de desplazados

Catástrofe en Rafá si Israel lanza ofensiva por tierra, alertan médicos

Qatar, Egipto y EU, en frenéticos intentos de alcanzar un alto el fuego // Estamos cerca de la victoria absoluta, no cederemos: Netanyahu

The Independent
Periódico La Jornada
Miércoles 7 de febrero de 2024, p. 26

Tel Aviv. Familias y médicos en Rafá –el último refugio para los palestinos en Gaza– han advertido de una catástrofe si Israel cumple su promesa de avanzar hacia esa población fronteriza.

Rafá, en la frontera con Egipto, alberga ahora a más de un millón de personas, la mayoría de las cuales huyeron de otras partes de Gaza después de que Israel lanzó el bombardeo más intenso de su historia contra la franja, en represalia por el sangriento ataque de Hamas, el 7 de octubre pasado.

Muchos duermen en tiendas de campaña hechizas en escuelas, patios de escuela, en las calles y en edificios abandonados, y las familias relatan que cocinan en hogueras y lavan en el mar.

No queda literalmente ningún lugar adónde ir, comentó Youssef (su nombre real se encubre por seguridad), quien vive en Rafá con su esposa e hijo. Describió que cientos de miles de personas, desplazadas de toda la Gaza destruida, duermen en las calles.

El hospital que tenemos es muy pequeño y muy poco desarrollado, hasta el punto de que incluso en tiempos normales no se da abasto. El más cercano de mayor tamaño está a 30 minutos, en Jan Yunis, que ya está bajo intenso bombardeo.

La única esperanza para personas como Youssef es un acuerdo de alto el fuego, negociado por Qatar, Egipto y Estados Unidos, que realizan frenéticos intentos por alcanzarlo. Es el foco del viaje actual del secretario de Estado Antony Blinken por la región, el quinto desde que surgió la guerra en octubre, donde ayer reiteró que un acuerdo es posible y esencial.

Sin embargo, Israel ha amenazado con volcar en cualquier momento toda la ferocidad de su ejército sobre Rafá. El primer ministro Benjamin Netanyahu ha afirmado que su país está en camino a la victoria absoluta y no cederá.

Esta promesa ha aterrado a las familias en Rafá, algunas de las cuales han sido desplazadas tres veces ya por órdenes de los militares israelíes, y declararon a The Independent que se preparan para lo peor.

Las filas para recibir comida son interminables, dijo una mujer. Uno de los pocos hospitales en Rafá tiene sólo 65 camas y carece de unidad de cuidados intensivos, señaló un médico palestino.

Sarah, estudiante de 25 años, dijo que varios miembros de su familia fueron heridos de gravedad por proyectiles israelíes en Jan Yunis hace unas semanas y acaban de ser evacuados hacia Rafá, que entonces se suponía era un lugar seguro. Ahora se preparan para irse de nuevo, aunque su tío está en terapia intensiva.

Nuestra única esperanza es un alto el fuego, es por lo que oramos día a día, refirió a The Independent desde una población al norte de Rafá, que pidió no nombrar por razones de seguridad.

Tres veces desplazada ella misma, señaló que sólo en fecha reciente hizo su primer intento de salir de casa en meses para adquirir víveres, pero hubo un ataque aéreo cuando hacía fila con cientos de personas para comprar pan.

Filas todo el día por comida

Fue terrible. La bomba destruyó una mezquita junto a nosotros. Nunca había visto una fila tan larga para el pan. La gente se forma todo el día y toda la noche para obtener comida para su familia, añadió, compartiendo fotos de las multitudes que esperan.

Se expresó aterrada con lo que está por venir.

Estamos rodeados. Nuestra única esperanza es que pongan fin a esto.

Naciones Unidas ha descrito a Rafá como una olla de presión de desesperación, y advirtió que si hubiera un ataque por tierra no habría adónde escapar, de no ser Egipto. Funcionarios israelíes han dicho que se coordinarían con Egipto para trasladar a civiles al norte de Rafá, pero las familias que ya han sido expulsadas de sus hogares y refugios dicen que ya no hay adónde ir.

El Cairo ha advertido en repetidas ocasiones que no permitirá el ingreso de refugiados palestinos, aduciendo que con ello previene un despojo permanente.

Las autoridades egipcias también han advertido que cualquier despliegue israelí en la frontera amenazaría el tratado de paz que las dos naciones firmaron hace cuatro décadas. Esto pone aún más presión en la región, que ya está al borde de una guerra más extensa, pues milicias apoyadas por Irán en Irak, Siria y Yemen han intensificado los ataques sobre fuerzas estadunidenses en la región y a las rutas de transporte global, en represalia por la ofensiva israelí.

En tanto, Israel y el poderoso grupo militante libanés Hezbolá intercambian todos los días fuego en la frontera, y en semanas recientes aparentes ataques israelíes han dado muerte a altos comandantes de esa milicia.

Con todo, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, ha prometido que sus tanques y efectivos avanzarán hacia Rafá y continuarán hasta tener dominio total sobre todo el enclave de 42 kilómetros.

Hablando ante sus fuerzas, este lunes, Netanyahu reiteró que el país está en camino a la victoria total y no cederá.

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▲ Columnas de humo se elevan sobre Rafá luego de un bombardeo israelí, ayer.Foto Afp

Israel lanzó su ataque sobre Gaza después de que militantes de Hamas realizaron un sangriento ataque en el sur israelí el 7 de octubre, en el que mataron a unas mil 200 personas y capturaron a más de 240 rehenes, entre ellos niños pequeños.

Autoridades en Gaza afirman que la ofensiva israelí ha dejado más de 27 mil 400 muertos, 70 por ciento mujeres y niños, de los cuales más de 100 perecieron en las 24 horas pasadas.

La guerra ha aplastado vastas zonas del minúsculo enclave, desplazado a 85 por ciento de su población de 2.3 millones de palestinos y puesto a la cuarta parte de los habitantes al borde de la inanición.

Temiendo una mayor dispersión del conflicto, el secretario de Estado Blinken ha viajado por quinta vez a la región desde octubre, transitando entre Arabia Saudita, Egipto y Qatar en apenas 48 horas, en un intento desesperado por impulsar un acuerdo de alto el fuego. Washington espera que el acuerdo esbozado por Estados Unidos, Egipto y Qatar, que podría producir una tregua de 40 días y un trato sobre rehenes, pueda aliviar las tensiones regionales.

El desdén de Tel Aviv

Sin embargo, Blinken enfrenta grandes retos: Israel ha desdeñado los llamados estadunidenses a abrir una ruta hacia un Estado palestino –punto clave del acuerdo–, en tanto que los aliados militantes de Irán han mostrado pocos signos de retroceder.

Hubo un rayo de luz ayer, luego de que Hamas emitió un comunicado en el cual declaró que ha presentado su respuesta a la más reciente propuesta de acuerdo, misma que el primer ministro catarí, jeque Mohammed bin Abdulrahman Thani, consderó positiva. No obstante, rechazó dar mayores detalles.

En conferencia de prensa con el premier catarí, Blinken destacó que Washington revisa la respuesta de Hamas y que haría lo propio con funcionarios israelíes cuando visite su país, este miércoles.

Aún queda mucho trabajo por hacer, pero seguimos creyendo que un acuerdo es posible y, de hecho, esencial, añadió.

Funcionarios cercanos a las negociaciones declararon a The Independent que, si bien las pláticas prosiguen, existen puntos que detienen el acuerdo.

Resistencia de Hamas

Hamas se resiste a liberar rehenes mientras no haya certeza de un alto el fuego permanente y el retiro de las fuerzas israelíes de Gaza.

Ha habido cierto movimiento sobre un acuerdo para lograr la liberación de rehenes, dijo el presidente estadunidense Joe Biden ayer, y añadió que la respuesta de Hamas es un poco excesiva.

Israel no quiere un acuerdo que incluya un alto indefinido del fuego hasta que haya completado sus objetivos militares. También ha advertido que mantendrá el control de la seguridad en la franja sitiada, lo que implica que no habrá un retiro inmediato.

Sin embargo, el país enfrenta creciente presión internacional y doméstica para poner fin a la lucha y llevar los rehenes a casa, pues las familias de los cautivos temen que perezcan en los intensos combates.

Más de 100 cautivos, en su mayoría mujeres y niños, fueron liberados durante la tregua de una semana en noviembre pasado, a cambio de la liberación de 240 palestinos encarcelados por Israel.

Tel Aviv informó ayer que al menos la quinta parte de los 136 rehenes restantes en Gaza han muerto: el número más alto de bajas que ha reconocido hasta la fecha.

El vocero militar israelí, contralmirante Daniel Hagari, aseveró ayer que se ha declarado la muerte de 31 de los rehenes que permanecían en la franja.

Hemos informado a 31 familias que sus seres queridos que fueron secuestrados ya no están entre los vivos y que los hemos declarado muertos, mencionó en conferencia de prensa de rutina.

Funcionarios creen que otros 20 podrían haber muerto, según un reporte del New York Times.

Por separado de las negociaciones de alto el fuego, militares israelíes han dicho que la lucha podría extenderse muchos meses más, después de que Hamas ha comenzado a resurgir en algunas de las zonas más devastadas del norte, una vez que los israelíes se retiraron.

Los militares continúan prometiendo avanzar hacia Rafá.

En el sur de Gaza, funcionarios del ministerio de Salud advierten que la ciudad fronteriza carece de hospitales que puedan manejar un ataque por tierra.

Si avanzan hacia Rafá, será una catástrofe, expuso Yosef Abureesh, viceministro de Salud de Gaza, quien se encuentra en la ciudad amenazada.

“El principal hospital es el Mohamed Youssef Najjar. En realidad, es sólo un centro de atención de nivel primario convertido en hospital. Cuenta sólo con 65 camas y dos salas de operaciones. No hay unidad de cuidados intensivos ni máquinas de tomografía.

La esperanza de toda la gente en Gaza es un alto el fuego ahora.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya