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Negocios y empresas

Insolvencia crediticia

C

ada vez más mexicanos viven al filo de la navaja por el uso inadecuado de tarjetas de crédito. En lugar de pagar al vencimiento el saldo total de la deuda, pagan una cantidad menor o no pagan a tiempo, lo que se traduce en una bola de nieve que crece sin misericordia. El problema es grave, porque en 2023 la cartera vencida se duplicó, de acuerdo con información de Banxico.

Del total de las familias mexicanas, 60 por ciento tienen adeudos a través de las tarjetas. Menos de la mitad de los usuarios de estos créditos paga la totalidad de su deuda mes con mes y, los que no cubren ni el mínimo necesario, se hacen acreedores a costos administrativos y penalizaciones que vuelven impagables los pasivos.

Pero el problema más grave es que muchos mexicanos recurren a instituciones no reguladas para financiarse. En las terminales del transporte público, en el Metro, en mercados sobre ruedas, en calles transitadas o por Internet se ofrecen créditos fáciles. Cuando la gente recurre a ese tipo de financiamiento se mete en un laberinto difícil de salir limpio, porque además de que cobran altas tasas de interés, mantienen el control del acreditado a través de la información personal que manejan en su celular, en donde aparecen sus movimientos y contactos privados, desde familiares cercanos hasta amigos íntimos a los cuales pueden extorsionar.

Aparentemente con un crédito de este tipo se resuelve el problema de corto plazo, ya que con el dinero recibido se puede comprar o pagar cualquier cosa de urgencia. Sin embargo, a partir de ese momento, comienza un suplicio que puede descapitalizar a cualquier familia.

A diferencia del financiamiento en la economía regulada, en la informalidad los que prestan recursos integran mafias que se protegen con amenazas, golpeadores y, cuando el acreditado no cumple, en ocasiones con secuestros y asesinatos. Los grupos delictivos organizados han conformado redes de todo tipo de negocios irregulares y, entre ellos, se encuentran los préstamos con altas tasas de interés y condiciones leoninas de pagos. En ocasiones de un mes a otro se duplica la deuda y para entonces ya no hay forma de pagarla.

A pesar de las crecientes necesidades de dinero, el financiamiento en la economía informal resulta muy peligroso.