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Frank Henry, el bandolero francés que saltó al escenario y las letras

En 30 años ejecutó 70 robos // Ahora crea para romper con el romanticismo alrededor del gánster

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▲ Es autor de dos novelas y numerosos guiones para series televisivas; colaboró con el director de cine Cédric Klapisch, y en 2011 dirigió su primera película, De Force. Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Martes 6 de febrero de 2024, p. 4

París. Su carrera criminal es temible: 70 robos y asaltos a lo largo de 30 años que lo llevaron a pasar 21 años entre rejas, hasta que decidió pasarse a la literatura y el teatro para narrar su vida.

Frank Henry dice que ese ha sido su mejor golpe: ganarse los aplausos del público.

Su apodo era Frankus El Armero, porque le gustaban las armas de calibre grueso.

Ahora, su anhelo es convencer, con los argumentos más finos a su alcance, de que el crimen no es ninguna aventura que valga la pena.

El bandolerismo siempre ha fascinado a la gente: autores, dramaturgos, directores, espectadores... Quiero romper con esa especie de romanticismo y esteticismo alrededor del gánster. ¡El bandolerismo no tiene nada de glamuroso!, reconoce este hombre de cabeza rapada y mirada azul penetrante.

Quiero desmitificar esa vida, que no tiene nada de divertida. Los gánsteres se abrazan al mediodía y se disparan por la noche... La principal causa de mortalidad entre los bandidos no es la policía: son los propios criminales los que se matan entre ellos, agrega, a sus casi 64 años.

He pagado caro, muy caro... Todo eso está detrás de mí, asegura este antiguo especialista en atracos a bancos y casinos.

Aunque enfatiza que no tiene sangre en las manos, Frank Henry admite que pudo traumatizar a personas de por vida al atracarlas.

El ex gánster incluso dice dar lecciones hoy día a antiguos colegas: les digo que dejen de jactarse. Lo que hicimos no está bien.

Vida equivocada

El punto de inflexión, comparte, fue el nacimiento tardío de su hijo, Lucas, explicó durante su último juicio, en 2014, cuando compareció acusado de reincidencia, tras atracos a oficinas de cambio o camiones que transportaban material informático.

Por primera vez tuve la sensación de haberme equivocado de vida. Engañé a la gente, eso fue todo lo que hice; viví de furia y sangre. ¿Todo esto para qué...? No quiero dejar a mi hijo (que ahora tiene tres años) una herencia de delincuencia, declaró Henry durante el juicio en el que fue condenado a ocho años de cárcel.

A lo largo de sus periodos de detención, a partir de los años 1990, optó por refugiarse en los estudios, hasta obtener una maestría en musicología y escribir varias novelas.

La editorial francesa Éditions du Cherche Midi le confió incluso la dirección de una colección una vez liberado.

No sabía que sabía escribir. ¡Una verdadera suerte!, reconoce justo antes de subir al escenario en el teatro La Nouvelle Eve, en París, con la obra Gánster: Ni orgulloso ni avergonzado, en la que narra su vida.

Entre dos novelas escribió numerosos guiones para series televisivas. También colaboró con el director de cine Cédric Klapisch para la película Ni a favor ni en contra (sino todo lo contrario), en 2003.

En 2011 logró dirigir su primera película, De Force, para la que contó con estrellas como Isabelle Adjani, Thierry Frémont y Éric Cantona.

No estoy orgulloso ni avergonzado, porque he pagado mi deuda con la sociedad. A un chico tentado por la delincuencia le explicaría que no existe el mafioso digno. Eres una desgracia para las personas que te aman y para ti mismo. Y lo mínimo es que te caigan 10 años de condena.

Frank Henry es consciente de que a ojos de la policía sigue siendo un gánster.

En la noche de estreno de su espectáculo en solitario pudo identificar a policías de los servicios de inteligencia entre el público.