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Desde el otro lado

La parafernalia del Supertazón

U

n poco es la ociosidad y otro la necesidad de alejarse de la vorágine política, de vez en cuando es válido dar un salto a la trivialidad, algo que nos permite poner en contexto la importancia de los eventos que modelan nuestra vida cotidiana. Es una evasión necesaria para los millones que encuentran solaz esparcimiento uno o dos días a la semana practicando o recreándose como espectadores de algún deporte. Un ejemplo es el rito que, para millones de estadunidenses, y otros tantos alrededor el mundo, representa el evento cumbre del futbol americano: el Supertazón. La revista Deporte Ilustrado seña-la que en Estados Unidos el even-to tiene un fuerte sello mexicano por las 64 mil toneladas que tan sólo de Michoacán se exportan para el guacamole que, por alguna extraña razón, los estadunidenses han convertido en su entremés favorito durante el juego.

La mayoría de los fanáticos de este deporte desconoce el trabajo humano y tecnológico que permite seguir los detalles de cada jugada. Un comentarista de la revista semanal del New York Times describió la fantástica y compleja parafernalia que le da al juego una perspectiva sin la cual tal vez no tendría el éxito que le caracteriza, y que permite a millones de fanáticos seguir las vicisitudes de cada jugada, lo que frecuentemente es difícil de advertir para el espectador común. En la complicada coreografía de la trasmisión participan cientos de personas: directores, productores, camarógrafos, comentaristas, diseñadores gráficos, choferes y más de 10 camiones que transportan equipo y escenografía para un evento que dura aproximadamente tres horas y media, y que en promedio ven 20 millones de televidentes.

Pero, los hechos demuestran la imposibilidad de que este y otros deportes se sustraigan a las dolencias sociales y políticas. Así sucedió cuando un famoso jugador del equipo de San Francisco protestó en contra de la discriminación de los negros hincándose en el momento en que se tocaba el himno nacional. ¿Cómo olvidar cuando en las olimpiadas celebradas en 1968 en México, el mundo entero presenció que tres atletas negros levantaron el puño en el momento de recibir sus medallas, también como protesta por la discriminación racial? Recientemente, en el contexto del Supertazón, se acusa a un popular jugador de promover, junto con su mundialmente famosa novia, la relección del presidente Biden. A muchos les disgusta que la política se entrometa en el deporte, pero la realidad es necia y, se quiera o no, ha sido difícil evitarlo.