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Depertar en la IV República

De vuelta a la universidad

E

n 1969 escribí en el anuario de la Escuela de Derecho de la Universidad Iberoamericana el texto: Hacia una historia de las instituciones mexicanas. A casi cincuenta años de ese trabajo y de cara a un nuevo semestre en el que impartiré la materia de sistema político mexicano en la Universidad Nacional, comparto algunas reflexiones que creo vigentes.

Para muchos alumnos, las materias relacionadas a la historia del derecho pueden parecer adornos poco prácticos en su formación y para aquellos que quieran convertir la práctica de su profesión en una operación lucrativa pueden resultar de poca ayuda. Los alumnos, en muchas ocasiones desean recetas claras y sencillas para solucionar líos (o para provocarlos) y cobrar en seguida buenos honorarios. Sin embargo, en cada generación hay estudiantes que sienten por el derecho respeto y admiración; comprenden su importancia social y desean conocerlo, aplicarlo, crearlo y modificarlo para hacer, por su medio, más adecuada y justa la convivencia en su comunidad.

Los alumnos de derecho se enfrentarán a una realidad muy compleja y llena de paradojas al ir conociendo el campo de su profesión. Por ello, lo más importante al impartir materias históricas es despertar en ellos un interés legítimo, para que puedan observar a las instituciones que conforman el sistema político mexicano no como vagas cuestiones abstractas, sino como algo absolutamente real y que tienen importancia decisiva en la vida de todos.

Muchos estudiantes se irritan ante las desigualdades sociales de México, pero no encontrarán respuesta a los orígenes de estas mientras no comprendan que no son producidas simplemente por el egoísmo y la maldad de una minoría, sino que son el resultado de un trabajo histórico que abarca varios siglos y muchas generaciones. Por ello, se debe estudiar cómo en México hechos históricos como la Guerra de Reforma, el Porfiriato y la Revolución dieron lugar a un sistema político que mantuvo una estratificación de México vista hasta la fecha.

Enfocar a la historia como algo vivo es apasionante, obliga a profundas reflexiones y aunque en un curso elemental de sistema político mexicano es difícil lograr estudiar a profundidad los elementos que le dieron origen, no se debe desdeñar la responsabilidad y el privilegio de abrir la brecha para que los estudiantes se interesen por la asignatura y obtengan de ella el máximo provecho, porque sólo comprendiendo el pasado se puede explicar el presente.