Miércoles 31 de enero de 2024, p. 13
Actualmente 48 por ciento de la población en movilidad son mujeres, expuso Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres México, quien destacó que la agencia de Naciones Unidas apoya las acciones tendientes a una migración segura, ordenada y con perspectiva de género
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En el contexto de las actividades de cierre del pilotaje de los Circuitos de Bienestar en Tapachula, Chiapas, precisó que esta estrategia es una apuesta de gestión pública para acercar servicios integrales a mujeres en situación de movilidad en México
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En los Circuitos de Bienestar se desplegaron jornadas en materia de salud mental, talleres de capacitación para el empleo, servicios de salud, asesorías y acompañamiento jurídico, orientación de trámites, entre otros, que permiten mejorar el bienestar de las migrantes y sus familias.
El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) subrayó que los Circuitos de Bienestar han representado un modelo integral de gestión e intervención pública, diseñado para brindar servicios de atención inmediata a extranjeras en situación de movilidad migrante en el país, así como a sus familias.
Enfatizó que se marca un hito importante en el camino hacia una migración más justa y equitativa, donde se reconozcan y protejan los derechos de todas las personas, especialmente de aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad debido a su género y condición migratoria
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El primer periodo de estas actividades comenzó en octubre con un total de 10 jornadas de servicios, en las que participaron más de 25 instituciones de los tres niveles de gobierno, además de la instalación del módulo de información y trámites del Programa de Emergencia Social y Natural de Bienestar.
Asimismo, la organización Médicos Sin Fronteras dio pláticas especializadas sobre derechos sexuales y reproductivos y las autoridades realizaron una visita al albergue en Huixtla, Chiapas, donde se entabló un diálogo entre funcionarios públicos y usuarias.
Los Circuitos de Bienestar representan un paso significativo hacia la construcción de una política migratoria más inclusiva y sensible al género, que reconoce y valora las contribuciones de las mujeres migrantes a la sociedad.