Martes 23 de enero de 2024, p. 21
Ayodhya. El primer ministro de India, Narendra Modi, inauguró ayer un controversial templo hindú construido sobre las ruinas de una mezquita histórica en la ciudad norteña de Ayodhya, lo que cumplía una promesa crucial de los nacionalistas hindúes con la cual esperan consolidar sus esperanzas de ganar un tercer mandato consecutivo en los próximos comicios.
El templo, que aún está en construcción, está dedicado al dios Ram del hinduismo y satisface una antigua demanda de millones de personas. El partido de Modi, Bharatiya Janata Party (BJP, Partido Popular Indio) y otros grupos nacionalistas ven el lugar como una pieza central de su visión de reclamar el orgullo hindú del país, que según dicen se vio empañado por siglos de mandato mogol y el colonialismo británico.
Modi, vestido con un kurta tradicional, dirigió la ceremonia de apertura entre himnos religiosos en el interior del templo, donde la semana pasada se instaló una estatua de 1.3 metros de Ram.
Millones de indios siguieron la ceremonia por televisión.
Casi 7 mil 500 personas, incluidos algunos de los principales líderes de la industria india, políticos y estrellas de cine, siguieron el ritual desde una gran pantalla gigante afuera del templo, mientras un helicóptero militar dejaba caer pétalos.
Modi ha sido la imagen de una fusión abierta y sin precedente de política y religión en India. Antes de esta inauguración visitó varios templos de Ram durante 11 días, como parte de un ritual hindú.
Ven ceremonia como el arranque de la campaña
Analistas y críticos veían la ceremonia de ayer como el inicio de la campaña electoral de Modi, uno de los líderes más influyentes en la historia del país, que ha intentado transformarlo de una democracia secular a un Estado hindú en sus casi 10 años en el poder. Afirman que el grandioso espectáculo ofrecido por el gobierno demuestra hasta qué punto se ha desdibujado la línea entre la religión y el Estado bajo el mandato de Modi.
Se espera que el templo, situado en uno de los lugares religiosos más disputados de India, aumente las esperanzas de Modi de conseguir un tercer mandato consecutivo al canalizar el sentimiento religioso de los hindúes, que suponen 80 por ciento de los mil 400 millones de habitantes de India.
En tanto, miembros del partido opositor Congreso comenzaron una marcha por todo el país.