Viernes 12 de enero de 2024, p. 17
Washington. Estados Unidos y Gran Bretaña atacaron objetivos vinculados a los hutíes en Yemen, la primera arremetida contra el grupo respaldado por Irán desde que comenzó a amenazar el transporte marítimo internacional en el mar Rojo a fines del año pasado.
Testigos en Yemen confirmaron a Reuters explosiones en todo el país, y el presidente estadunidense, Joe Biden, advirtió a última hora de ayer que no dudaría en llevar a cabo nuevas acciones. Aseguró que los bombardeos alcanzaron varios objetivos de la milicia islamita con el apoyo
de Australia, Baréin, Canadá y Países Bajos, lo que demuestra que no tolerarán
la ofensiva de los hutíes en el mar Rojo, por donde pasa 12 por ciento del comercio mundial.
El Ministerio de Defensa británico señaló que la capacidad de los hutíes para amenazar la navegación mercante ha recibido un golpe
.
Un funcionario hutí confirmó la madrugada del viernes (tiempo local) incursiones
en la capital, Saná, y en las ciudades de Saada y Dhamar, así como en la gobernación de Hodeida, calificándolas de agresión estadunidense-sionista-británica
, mientras el vicecanciller de los hutíes, Hussein al-Izzi, aseveró que los atacantes pagarán un precio alto
.
Los hechos en curso son una de las demostraciones más dramáticas hasta la fecha del recrudecimiento de la guerra que comenzó luego de que Israel comenzó su ofensiva contra Gaza, tras el ataque de Hamas en octubre. Funcionarios estadunidense declararon a Ap que fueron atacadas más de una docena de instalaciones de los hutíes con misiles Tomahawk desde embarcaciones y cazas. Los objetivos incluyeron centros de mando, sistemas antiaéreos, depósitos de armas y plataformas de lanzamiento, añadieron.
Dos residentes de Al Hu-dayda, Amin Ali Saleh y Hani Ahmed, relataron que escucharon cinco fuertes detonaciones esa localidad, bañada por el mar Rojo y principal ciudad portuaria bajo control de los hutíes. Habitantes de Taiz, en el suroeste, informaron de explosiones cerca del aeropuerto.
Los rebeldes lanzaron antier su mayor oleada de drones y misiles contra embarcaciones en el mar Rojo, a la que buques estadunidenses y británicos y aviones caza de Estados Unidos respondieron derribando 18 vehículos no tripulados, dos misiles y un proyectil antibarcos.