Cultura
Ver día anteriorViernes 12 de enero de 2024Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Autor da un giro a un clásico infantil y habla de la empatía y la resiliencia

Wallace West relata el origen de su “cuento de hadas queer” Un Caperucito valiente y diferente

Foto
▲ El escritor dice que admira los cuentos que hacen saber que el mundo no siempre es un lugar amistoso, pero que animan a hallar un final feliz.Foto cortesía de Penguin Random House
 
Periódico La Jornada
Viernes 12 de enero de 2024, p. 5

Érase una vez una Caperucita. No, mejor un Caperucito, cuya elegante capa roja llena de volantes le encantaba. Cuando se la ponía, se sentía feliz y valiente como león; nada podía detenerlo, ni siquiera un lobo feroz acosador.

La trama forma parte del libro Un Caperucito valiente y diferente (Serres), del escritor estadunidense Wallace West, quien dio un giro ingenioso a un relato clásico para enseñar a niños, a partir de cuatro años, la importancia de la resiliencia y la empatía cuando alguien se niega a comprenderlos.

“¿Existe algún libro de cuentos de hadas ilustrado y al mismo tiempo queer (que va más allá de la identidad de género y la orientación sexual)? ¿No? Vale, qué tal si lo hago yo. Empecé con Caperucita Roja porque es uno de mis favoritos y de los más fácilmente reconocibles”, explicó West en entrevista con La Jornada.

“En pleno siglo XXI debemos recordar que la ropa no tiene género. La historia alude a la expresión personal a través de la moda, algo que me fascina.

“No he percibido a ningún lector joven o adulto incomodarse con mi obra, al contrario, hay mucha sorpresa y deleite. Abordo la historia de un niño que va a visitar a su abuela.

Puede que las capas, entre otras prendas, no sean tan peculiares en nuestra vida cotidiana, pero si rebobinamos la historia al año 1600 en París, casi todos usaban hermosos zapatos de tacón y diáfanas blusas de seda. El mensaje es claro: luzcamos lo que nos parezca la mejor versión de nosotros mismos.

Escritor, ilustrador y explorador mundial, Wallace West admira los cuentos que hacen saber al lector que el mundo no siempre es un lugar amistoso, pero a la vez “te preparan para el conflicto y te animan a encontrar un final feliz.

“Esta literatura refleja una honestidad que considero esencial, atemporal y algo que los niños pueden asimilar mejor de lo que muchos adultos reconocen. Sin un lobo bravucón en el bosque, ¡qué aburrida sería esta historia!

“Ojo: existen narraciones y series televisivas inapropiadas, superficiales, violentas, insulsas y con una saturación de masculinidad tóxica. Sin embargo, siempre habrá consumidores para ellas, así que ¡viva la variedad!

“Mi libro encontrará a los lectores adecuados y viceversa. Francamente, me preocupan más los adultos que creen que están haciendo algo bueno por los niños al privarles de la variedad. Eso es mucho más hortero que ser un lobo feroz.

“Cada siglo, cada década, cada año tiene su personalidad, y su tono cambia en función de la política, el clima y la cultura. Algo que funcionaba o tenía resonancia hace 200 años puede no tenerla hoy, pero eso es lo bonito de los cuentos de hadas.

Los niños no tienen los mismos complejos, juicios e ideas preconcebidas que los adultos. Además, son honestos, lo que hace que los escritores y artistas se sientan responsables de hacer un buen material. Podemos aprender mucho de ellos sobre cómo disfrutar de la cultura en lugar de destruir partes que no acabamos de entender.

Para el cuentacuentos, la mejor forma de adentrarse a las artes es a través de la curiosidad, pues hay muchísimo material delicioso qué leer y ver. Pero dense el gusto de sentirse incómodos: encontrarán algo que no sabían que existía y, no es eso mágico?, concluyó.