químicos eternoscirculan por todo el mundo a través de océanos
Jueves 11 de enero de 2024, p. 7
Madrid. Las sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) circulan en aguas polares en un circuito de retroalimentación por el que el Ártico exporta al Atlántico casi tantos químicos eternos
como recibe, concluye una investigación de la Sociedad Química Estadunidense publicada en Environmental Science & Technology Letters. Añade que ese circuito oceánico finalmente hace circular dichos compuestos por todo el mundo.
Los PFAS (perfluoroalquilados y polifluoroalquilados) son una gran familia de químicos fabricados por el ser humano, que abarcan más de 4 mil sustancias diferentes.
Conocidos como Los químicos eternos, reciben el sobrenombre a consecuencia de su extremada persistencia en el medio ambiente, al permanecer ahí sin apenas degradarse.
Según el nuevo trabajo, para llegar al océano Ártico, algunas PFAS viajan en el aire y caen sobre la superficie del océano, pero otras ingresan desde océanos adyacentes. El impacto potencial de estos compuestos en los organismos marinos depende de cuáles estén presentes y en qué cantidad, ya que cambian constantemente a medida que el agua fluye entre los océanos Ártico y Atlántico Norte.
Estos cuerpos de agua están conectados por el estrecho de Fram, que se encuentra en el noreste de Groenlandia, cerca del archipiélago de Svalbard. El agua cálida viaja hacia el norte por el lado oriental del estrecho y la fría fluye hacia el sur a lo largo del lado occidental, lo que proporciona una puerta de entrada dinámica para el transporte de PFA.
Por eso, el objetivo del autor del trabajo, Rainer Lohmann fue rastrear el movimiento de PFAS en esa región e identificar cómo la circulación del agua influye en la mezcla de contaminantes en el Océano Ártico.
Para ello, los investigadores implementaron sistemas de muestreo pasivos, que absorbieron PFAS en una membrana microporosa llena de absorbente del agua a medida que pasaba. Igualmente, colocaron los sistemas en tres lugares del estrecho de Fram y a cuatro profundidades en cada lugar. Después de un año, el equipo recuperó los sistemas y midió los PFAS recolectados mediante cromatografía líquida-espectrometría de masas.
El informe concluye que se detectaron diez PFAS en al menos un muestreador pasivo; sin embargo, una sustancia detectada en el área por equipos de investigación anteriores no estaba entre ellas.
En un año, 123 toneladas
En tanto, dos compuestos conocidos como PFOA y PFOS, que están siendo eliminados, estaban presentes en los niveles más altos. También había habitualmente presentes PFAS más nuevos de cadena corta. Se encontraron varios en agua a menos de mil metros de profundidad.
El equipo sugiere que estos compuestos podrían haber llegado allí adhiriéndose a partículas que caían al fondo marino.
El equipo calculó las cantidades de PFAS que fluyen en cada dirección a través del estrecho de Fram. Sus datos mostraron que en un año alrededor de 123 toneladas viajaron al Océano Ártico y alrededor de 110 toneladas al Océano Atlántico. Según los investigadores, estos valores son los mayores de cualquier contaminante registrado en el estrecho, lo que demuestra cuán importante es la circulación de ida y vuelta de PFAS en el Océano Ártico.