Los gobiernos de México y Chile lanzaron un proyecto conjunto de recuperación de vivienda social, en particular aquellas en situación de vulnerabilidad o abandono, con el objetivo de darles uso habitacional y comercial evitar que se conviertan en posibles focos de delincuencia.

Así lo afirmó Martha Laura Pe-ña Ordoñez, titular de la Unidadde Planeación y Desarrollo Institu-cional de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), quien señaló que aunque dicha iniciativa se encuentra en una fase primaria, que requiere más análisis, es probable que se ponga en marcha en alguna zona del norte del país.

En entrevista con La Jornada, la funcionaria explicó que el proyecto fue gestionado por la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, a petición del gobierno de Chile, país donde existe un fenómeno similar de vivienda abandonada, y a cuyas autoridades les interesó el balance de la Sedatu sobre temas de rezago habitacional.

El proyecto busca regenerar de manera integral los barrios donde exista vivienda social vulnerada y deshabitada, aunque no esté necesariamente en condiciones de abandono, para entender cuáles son las lógicas del contexto urbano que hacen que una vivienda esté así, y delinear qué se puede hacer para contrarrestar ese fenómeno, aseveró.

Luego de enfatizar que el abandono de una vivienda ocurre no sólo cuando ésta no es ocupada, sino también cuando ha sido vandalizada o invadida por la propia naturaleza, Peña explicó que en el país existen alrededor de 600 mil casas en dichas condiciones, la mayoría de las cuales se concentran en el norte de la República.

La estrategia de recuperación consistirá en diversas fases, entre ellas analizar cómo se pueden atraer nuevas actividades económicas a las zonas abandonadas, y que surjan en ellas pequeños comercios de primer contacto que le den un servicio básico a la comunidad; así como de generar ahí servicios públicos de calidad (transporte y ocio, entre otros) y preservar su importancia histórica y ambiental.

Además de rehabilitar estas zonas, subrayó Peña, uno de los objetivos es evitar que dichos espacios habitacionales se conviertan en focos de delincuencia y haya un grado absoluto de abandono, que es casi imposible de revertir.

Asimismo, destacó que el proyecto aún debe realizar diversas evaluaciones para determinar en qué sitio exacto podría ponerse en marcha, en un esquema de cooperación con los dueños de las viviendas y las autoridades estatales y municipales.