Las personas provenientes de Haití, y en menor medida de Honduras, Guatemala, El Salvador y hasta de Cuba, ya sea en familia, en pareja o en forma individual, se han desbordado en la plaza Giordano Bruno y sus alrededores en espera de su cita para cumplir su sueño de llegar a Estados Unidos.

La carencia de espacio en el albergue habilitado por la alcaldía Cuauhtémoc, ubicado a unas calles, y la falta de atención por las autoridades los ha llevado a pernoctar en dicho sitio, donde nos han dicho que cobran, señaló Ana González González, integrante de la Comisión de Participación Ciudadana de la colonia Juárez.

Otros pagan por dormir, bañarse o lavar su ropa en el campamento irregular de Roma 12, y unos más se colocan a lo largo de dicha calle en espacios que no son adecuados, sobre todo porque hay una gran cantidad de niños, comentó.

Nosotros no queremos molestar a nadie, estamos de paso, esperando que nos resuelvan. Sólo buscamos llegar a Estados Unidos y tener una mejor vida para nuestras familias que se quedaron en nuestro país o nos acompañan, coincidieron en señalar otros migrantes.

Edson, quien salió de Haití hace cinco meses, dijo que ha sido muy difícil porque la gente no nos quiere, aunque no hacemos ningún mal y estamos aquí por necesidad, esperando que el gobierno nos atienda y podamos tener una mejor vida.

Durante un recorrido por la zona, Ana González explicó que se tienen alrededor de 100 casas de campaña sólo en la plaza, donde duermen entre dos y tres personas en cada una.

Por ello solicitan a la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social que realice un recorrido, vea las condiciones en que sobreviven y los canalicen a un albergue mientras llevan a cabo su trámite, del cual a la fecha no tienen respuesta.

El 15 de diciembre se pidió también al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, su intervención y se destinen mayores recursos para los albergues.

Su presencia, reconoció, ha provocado que algunos inquilinos no renueven sus contratos de arrendamiento, el cierre y/o reducción de ventas de negocios y un incremento en la percepción de inseguridad al cortar la alcaldía todas las noches la luz en la plaza.

El padre Ángel Saldívar, titular de la rectoría del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada frente a la plaza, consideró que ha habido falta de voluntad política para atender las solicitudes de estas personas, cuyo número ha ido creciendo.

Recordó que en marzo y abril pasados abrimos las puertas de la iglesia para que mujeres y niños durmieran ahí; les hemos dado apoyo de acuerdo con nuestras posibilidades y pedimos a la alcaldesa (Sandra Cuevas) que los dejara volver a la plaza para tener un mayor control mientras realizan sus trámites.