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Ocupadas, 5 mil habitaciones

Comienza a recuperarse el turismo en Acapulco luego del paso de Otis

Reapertura de negocios avanza a marchas forzadas

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▲ Vista de la playa Hornos, en la zona tradicional de Acapulco, Guerrero, colindante con la playa Papagayos, que mostró ayer una alta afluencia de visitantes.Foto Héctor Briseño
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▲ Una familia disfruta de una tarde soleada en la playa Icacos para celebrar la Navidad.Foto Héctor Briseño
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 26 de diciembre de 2023, p. 20

Acapulco, Gro., Las playas Tamarindos y Papagayos registraron este 25 de diciembre, cuando se celebra la Navidad, una abundante afluencia de turistas, lo que representó, en esos centros recreativos, una especie de renacimiento tras la devastación que dejó el huracán Otis, en el que bañistas, turistas y residentes aprovecharon el receso para nadar entre las tranquilas olas de la bahía, en la zona tradicional, además de apreciar el atardecer.

En diversos tramos de playa Icacos, en la zona Dorada, también se observaron grupos numerosos de paseantes, como ocurrió en el acceso de la plaza Costa Rica y el sector colindante con la base naval.

Parece que sí, hay muchos turistas, se hizo el apunte a don Romualdo Valle, conocido como Romy en playa Icacos, quien advirtió que no en todas las playas, pero sí hay gente; aquí tenemos muchos del estado de México y del interior de Guerrero.

Romy explicó que los prestadores de servicios han multiplicado esfuerzos para cribar la arena y retirar el vidrio de la franja, difícil labor debido a las altas temperaturas, por lo que lo recomendable es limpiar la playa entre 6 y 9 de la mañana, y después recibir a los visitantes, en una doble faena.

Oriunda de Veracruz, Alexa Rivera manifestó que su familia cada año viaja a Acapulco. Antes de ingresar a la playa Icacos, la joven comentó: “Aquí tenemos familia, siempre en diciembre venimos, pero no habíamos venido después del huracán (Otis), el pasado 24 de octubre”.

Consideró que la ciudad está destruida, bueno, los hoteles, y vimos mucha basura, pero sí se va a levantar. Alexa agregó que mucha gente viene a la playa, hemos visto mucha gente ya.

Víctor Cruz, pintor y especialista en tablarroca, quien toma un descanso en playa Tamarindos sentado sobre la arena, opinó que “todavía está un poco baja la economía, hasta que se reactive, que les empiecen a dar lo del seguro a los hoteles.

Todos esos hoteles están dañados. Van a empezar a contratar, pero primero quieren que les pague el seguro, apunta mientras señala las hospederías de gran calado asentadas a lo largo de la zona Dorada.

Sin embargo, para algunos prestadores de servicios la falta de ingresos comienza a ser preocupante.

Catalina Solano, vendedora de cubetas e inflables, originaria del norte de Tlapa, avecindada en Acapulco desde hace 25 años, se ve agotada después de recorrer unos tres kilómetros sobre la franja de arena, entre Papagayo y Carabalí, en busca de vender su mercancía.

Viene la lluvia a veces, pero normal, ahorita sí nos dañó, sufre uno, dijo jadeante en relación con los graves daños que dejó el huracán Otis, categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, la máxima.

Toma un poco de aire y agrega: Vengo desde Icacos, para allá vivo; muy malos han sido estos dos meses; hoy es mi primer día que salgo y no he podido vender nada, la gente no quiere comprar.

En un recorrido que realizó La Jornada, un comentario recurrente entre turistas es el incremento de los precios.

Procedente de Ecatepec, estado de México, Armando López Soriana viajó junto con su familia. Después de un paseo en banana en la bahía de Acapulco contó que la pasó bien, pero hay que esperar turno, pues la oferta de paseos acuáticos disminuyó al resultar dañadas innumerables lanchas y equipamiento de playa por el impacto del meteoro.

Pues vemos que pasó mucho desastre, pero ahí va, apenas llevamos el segundo día, pero bien, expresó el padre de familia, quien mencionó que no hay mucha afluencia; dentro de lo que cabe, los precios están un poquito elevados; creo que se necesitan recuperar.

Laura y Oliver viajaron del estado de Puebla a Acapulco desde el pasado 22 de diciembre.

Después de comprar un paseo en el yate Bonanza, comentaron que el precio de la noche de hospedaje aumentó alrededor de 60 por ciento en un hotel de La Quebrada, pues de mil 500 pesos en ocasiones pasadas, ahora pagaron 2 mil 400 pesos. Venimos a ayudar en la economía, subrayaron.

De acuerdo con hoteleros, en Acapulco había hasta antes del huracán Otis, un total de 20 mil cuartos de hotel; hoy en día hay habilitados 5 mil, de los cuales casi en su totalidad estuvieron ocupados este fin de semana.

El director de promoción y difusión turística de la secretaría de turismo municipal, Gerardo Ochoa, destacó que la reapertura de hoteles, restaurantes, negocios y actividades de recreo avanza a marchas forzadas, gracias a la confianza de empresarios y turistas.