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Nosotros ya no somos los mismos

Aclaración para los lectores // El enviado de Pagés a Panamá // La cantina que se transformó en ágora // Medida justa por parte del INE

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▲ José Pagés Llergo, con su revista Siempre!, fue un referente del periodismo hace algunas décadas. En ella escribieron plumas de gran calado.Foto https://mediateca.inah.gob.mx/repositorio/islandora/object/fotografia%3A409778
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nos tres o cuatro integrantes distinguidos de la multitud me escribieron diciéndome que el último párrafo de la columneta del pasado lunes 11 no les quedaba muy claro. Ante este triple reclamo, decidí en unas cuantas palabras expresar lo siguiente: los firmantes del comunicado dirigido A la opinión pública eran ciertamente un bonche de ciudadanas, ciudadanos y ciudadanes dentro de los cuales resaltaban nombres muy apreciados y valorados por los destinatarios del documento en comento. Mi última opinión era muy breve: los abajo firmantes rebasan con creces el número de los lectores de esa revista con la que se inconformaron famas y cronopios. Corre la versión de que el número de ejemplares que se imprimen de cada edición que sale a la luz pública se ajusta al número de anunciantes que por extrañas razones ocultan sus mercancías o sus servicios en esa esquela funeraria que a muchos mexicanos de aquellos tiempos nos produce tristeza e indignación siquiera hojear, porque a ojear no nos atrevemos. Tuve la oportunidad de dos o tres encuentros con José Pagés Llergo, ampliamente conocido como el Jefe Pagés. Esta suerte que ahora me trae gratísimos recuerdos y, en aquellas épocas tal orgullo y emoción, que mi compañía les resultaba insoportable a los compañeros de las crujías en las que solíamos pernoctar, pues a la menor provocación los convertía una y otra vez en oidores obligados. Ya les contaré, si Dios me da vida y salud (mis abuelas reciclables dixit) de cuando me dio una acreditación para viajar a Panamá a una celebración o acto de protesta por el permanente problema de la soberanía de la zona del canal en manos de Estados Unidos. Tráeme información veraz y de ser posible privilegiada. Si haces méritos algún día, y te lo ganas, te publico. Pues me dio otra inimaginable distinción: aceptó que fuera yo el que dijera un discursito el día del aniversario de la revista, cuando dirigida por Natividad Rosales se llevó a cabo en la confluencia de la calle Pino y la avenida Puente de Alvarado la inauguración de una pulquería que en honor al semanario se llamaba: Las mulas de Siempre. Allí estaban, en amistoso coloquio, personajes tan diversos como don Nemesio García Naranjo, diputado panista tan preparado y docto como orador y polemista de primera. Dos veces legislador y colaborador de Victoriano Huerta en el círculo más cercano. Al tiempo, en las páginas de la revista se encontraban Rico Galán, Alberto Domingo, don Alejandro Gómez Arias, Paco Martínez de la Vega y muchos más, de uno y otro lado. Siempre! fue durante años el ágora abierta a todas las ideas, los ideales e incluso las utopías y, no se diga, en las células y grupos de formación partidaria. ¿Cómo logró el Jefe Pagés construir esa arca de Noé? No me gustaría ser un escribidor irresponsable que contestara al desgaire y por salir del paso. Por ahora diré tan sólo que Pagés era un terrícola de los que hay pocos: vivía como pensaba (por eso nos asombraba y asombra). Tengo que dejar aquí mis tediosos comentarios, porque hoy por la mañana se publicó esta nota en la prensa y que (olvidando gatos en la barriga) me dio harto gusto. La Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral ordenó a la revista Siempre! retirar su ejemplar 3678 y la nota editorial de Internet en la que exhibió la silueta de Claudia Sheinbaum con una cinta roja rodeada de la esvástica nazi acompañada de la leyenda ¡No permitamos que gane! La biografía de Claudia es el mejor y categórico repelente, porque el comportamiento cotidiano durante toda su vida es la mejor e incontrovertible respuesta a ese estúpido y mendaz comentario. Si nos pidieran la definición de un búmeran, (con la ortografía que se prefiera) diríamos que este intento fue un absoluto fracaso e hizo trizas a quien lo envió.