Domingo 17 de diciembre de 2023, p. 15
La proporción de personas en pobreza extrema, es decir, cuyo poder adquisitivo sólo les permitió comprar una canasta básica alimentaria, se redujo en la mayoría de las cuatro regiones del país entre 2018 y 2022, aunque de forma particular en el sur, de acuerdo con datos del Banco de México (BdeM).
El banco central resaltó que esta reducción se dio en dicho periodo a pesar de que se registró un importante incremento de la canasta alimentaria, mismo que superó considerablemente el nivel observado en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
El BdeM explicó que esta reducción de la pobreza extrema, que fue más notoria en el sur del territorio mexicano, ocurrió por la suma del crecimiento real de los salarios por persona, así como por la mejor distribución del ingreso.
Ambos factores contrarrestaron el aumento significativo en el costo de la canasta básica de alimentos.
El banco central refirió que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social el indicador sobre la pobreza extrema a nivel nacional pasó de 14 a 12.1 por ciento en el lapso de referencia.
No obstante, en la región sur del país pasó de 29.2 por ciento en 2018 a 22.4 por ciento, mientras en el norte cayó a 5.1 por ciento desde 6.6 por ciento.
Lo anterior ocurrió a pesar de que durante 2020, como consecuencia de la pandemia de covid-19, los ingresos de los hogares observaron una disminución y los costos de la canasta alimentaria se incrementaron en las cuatro regiones del país respecto a 2018.
El BdeM resaltó que las tasas de crecimiento del ingreso no sólo fueron positivas a escala nacional, sino que también resultaron relativamente más favorables para la reducción de la pobreza. La información de la institución muestra que la disminución del porcentaje de personas con un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos, que se refiere al poder adquisitivo para hacerse de la canasta alimentaria básica, también contribuyó la distribución del ingreso.
El BdeM indicó que la pobreza extrema creció entre 2018 y 2020 como resultado de los efectos del encarecimiento en el precio de la canasta básica.
No obstante, entre 2020 y 2022, la pobreza extrema se redujo como consecuencia del aumento de salarios y una mejor distribución de ingresos, lo cual contrarrestó los precios relativos.
En la región centro predominó el efecto sobre la distribución de los ingresos, pues la recuperación salarial en esta zona observó un rezago. Los dos factores equilibraron el efecto del precio relativo y la pobreza extrema se mantuvo sin variación.