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Dice que hay normas avanzadas, pero falta combatir corrupción

Experto: falta investigar relación de megaedificios con microsismos

Se han ubicado 50 fallas que cruzan la ciudad, pero podría haber más

 
Periódico La Jornada
Domingo 17 de diciembre de 2023, p. 23

El hecho de que haya una gran cantidad de complejos habitacionales en construcción en alcaldías como Benito Juárez, no necesariamente incide en la ocurrencia de nuevos sismos, porque aunque los pilotes de algunos edificios pueden alcanzar 50 metros de profundidad, el hipocentro de un sismo (el punto donde se origina en el interior de la Tierra) está al menos a un kilómetro”, afirmó el ingeniero geólogo Alejandro Méndez.

Para el especialista, las normas de edificación de inmuebles en México se encuentran entre las más avanzadas del mundo –me atrevo a decir que se comparan con las de Japón–, pero advirtió que hace falta mucha investigación sobre los movimientos telúricos en el valle de México, así como avanzar contra posibles actos de corrupción dentro de las empresas constructoras.

Destacó que la posible influencia de las actividades de construcción de inmuebles en la aparición de un sismo todavía es un campo de exploración. Sabemos que hay mucho crecimiento urbano en esa zona (Benito Juárez), pero aunque sean estructuras de gran peso, afectan máximo unos 40 o 60 metros donde están recargándose en la roca, pero es una zona muy puntual. No afectan estructuralmente porque no comprimen la roca más de 100 metros hacia abajo.

En entrevista, señaló que los recientes microsismos que se han originado en diversos puntos de la Ciudad de México provienen de varias fallas geológicas que cruzan la capital del país, entre ellas las que se ubican en el surponiente, las cuales se pensaba que estaban inactivas hasta hace poco, pero que han dado señales de reactivación.

Del 12 al 15 de diciembre se han registrado cinco sismos, tres el primer día y dos el segundo, con diferente magnitud. La causa son varias fallas que están en el surponiente de la Ciudad de México, desde Tlalpan hasta la zona de Naucalpan, en un sistema donde algunos bloques suben y otros bajan, indicó el experto en riesgos geológicos y exploración de agua.

Dicha región se ha estudiado desde hace casi 50 años. Se ha validado con su morfología que estas estructuras formaban parte de un sistema que no estaba activo, pero en los años recientes ya se abre la posibilidad de que las fallas de esta zona no estén apagadas geológicamente, sino activas.

De acuerdo con Méndez, egresado de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en la zona de Barranca del Muerto y Mixcoac se encuentran fallas subparalelas que actúan de forma independiente una de otra, y cuyos efectos se pueden percibir hasta San Ángel y las inmediaciones de Ciudad Universitaria.

Sostuvo que en la capital hay alrededor de 40 o 50 fallas mapeadas y catalogadas, pero es probable que haya muchas más que todavía no han sido analizadas lo suficiente. Se necesita más investigación, por ejemplo, en la zona de Nezahualcóyotl o de Milpa Alta, que aunque estén cubiertas de lava, sistemas de lagos o la mancha urbana, las fallas están ahí debajo y las puedes encontrar hasta en la zona de Texcoco y Tenayuca.